Entre Balas

CARTAS DE POKER

NIKKI

La noche de la fiesta de Jess llega. Me veo en el espejo alargado en la pared y analizó el vestido corto de color azul marino que llevo puesto para verificar si se me queda bien. En eso tocan la puerta y al abrirla entra Savannah con un lindo vestido blanco un poco corto arriba de la rodilla.

—Mas vale que estés lista porque Jess me está llamando como loca y apuesto que a ti también.

Tomo mi celular en mis manos y confirmó las sospechas de Savannah, tengo más de setenta llamadas.

—¡Vamos Nikki! ­— exige ella.

Tomo mi bolso, peino mi cabello recién ondulado aun lado y salgo junto a mi mejor amiga quien me jala para acelerar el paso y llegar lo más pronto a la fiesta de Jess.

(...)

Al entrar a la fiesta jamás imaginaría que era la sala de conferencias, más bien parece una discoteca.

El lugar está más que nada oscuro, pero las luces neón le daban un ambiente relajante y al mismo tiempo da una adrenalina o emoción de algún modo.

Hay varias mesas con comida y bebidas, también sillones en el cual se encuentran varias parejas besándose.

Sin siquiera sentirlo, Jess aparece entre Savannah y yo como si de un fantasma se tratará y casi que muero del susto. Ella emocionada nos ofrece las dos bebidas que tiene listas a la mano.

—¡Ya era hora de que llegaran! Por suerte llegaron a tiempo para los juegos.

Ella nos señala un lugar en el rincón con varios sillones y con varias personas que ya se encuentran interactuando ahí.

—Deben sentarse entre dos hombres entendido. Hombre, mujer, hombre, mujer.

Solo a ella se le ocurre estas cosas.

Examinó el lugar buscando en donde me sentiría cómoda, pero quedo helada ante lo que mira, lo que menos pensaba, lo que menos quería. Encuentro a Tyler y a Dylan en el grupo.

Como si lo hubiera invocado Tyler voltea a verme y de inmediato apartó la mirada. Acercó la bebida que Jess me dio y sin saber qué diablos era tomó un gran sorbo y el sabor a Coca-Cola con tequila quema mi garganta, en este momento agradezco que Jess me diera alcohol porque mi cuerpo comienza a relajarse y mis nervios se van esfumando.

¿Por qué estos dos idiotas siempre se encuentran en donde quiera que yo y Savannah vayamos?

Empiezo a sospechar que nos están siguiendo.

Me dirijo a los sillones y me siento junto a un chico que según recuerdo esta en mi clase de cálculo, le sonrió y depositó mi bebida en la mesa frente nosotros. Veo que otro chico esta apunto de sentarse a mi lado que aún se encuentra vacío pero otra persona aparece antes que él.

¿Adivinen quién?

Tyler

El chico lo mira confundido a lo que Tyler solo le responde.

—Lo siento hermano, está ocupado — y para rematar le regala una de sus sonrisas. Un escalofrío recorre mi espalda cuando los ojos de el encuentran los míos y para disimular lo que provoca en mi ruedo los ojos y apartó la mirada.

Jess se coloca en medio de todos con una caja de cartas de póker a la mano.

Oh no, creo que ya se a dónde va esto.

—Jugaremos a pasa la carta — dice ella por lo cual muy dan gritos de emoción mientras a mí me carcomen los nervios —Recuerden, succionan la carta con los labios y se la pasan al del lado asegurándose que no se caiga o pierden — dice haciendo una pequeña demostración.

Bufó frustrada. Me encuentro atrapada entre dos chicos y jugaremos algo que tiene un 85% de probabilidad que nos besemos.

Me cago en la vida.

Siento una mirada a mi lado y cuando miro a mi derecha el chico rubio con ojos verdes de mi clase de cálculo me mira de una manera perversa pero solo lo ignoro, entonces siento que a mi izquierda Tyler está bastante cerca de mí, pero sus ojos están posados en el chico a mi derecha y no sé si seré yo, pero creo que lo mira de forma molesta.

El juego comienza con Jess que se lo pasa a Ben y este a otra persona etc.

Cuando la carta llega a Tyler me sudan las manos.

Tranquila Nikki, solo nos dejes caer la carta.

Me acerque lista para tomar la carta de sus labios y ambos estamos teniendo contacto visual y de manera inesperada, veo la carta caer y siento sus labios conectar con los míos.

¡No puede ser!

¿Por qué se siente tan bien?