✖ BEAST ✖ [Jimin-Yoonji] +18

✖ P A R T E U N O ✖

J. M.

Aún lo recuerdo; tengo presente como sucedió todo a pesar de que ha pasado mucho tiempo, aún puedo sentir el dolor, aún puedo recordar el rostro de mi padre al utilizar el cuchillo, recuerdo sus palabras arrastrarse, como escupía blasfemias de mi madre mientras intentaba defenderme de él, como pronunciaba palabras altisonantes sin pudor contra mi rostro, las lágrimas silenciosas resbalar por mis mejillas, mi voz rasgándose pidiendo piedad, sus ojos llenos de furia, a mi madre tirada en el suelo con sangre en la espalda, el aliento putrefacto de mi padre, la casa en completo caos, los gritos de mi hermana menor al pedirle detenerse... El golpe que me hizo desmayar.

Aunque quisiera olvidarlo estaba seguro de que no lo podría lograr, era casi imposible sabiendo que por más mínimo intento que hiciera, el recuerdo era incluso más fuerte que yo.

Era como si mi inconsciente quisiera hacerme saber que fue gracias a que yo no pude hacer algo contra un hombre, que apenas podía con su propio cuerpo debido a su estado de ebriedad, era que ahora estaba solo.

Aunque quisera, era tan débil que no podía pensar en otra cosa. Me atormentaba a mi mismo aún sabiendo que yo no tenía la culpa de nada, más que de no haber podio hacer nada por las dos personas que más amé en esta vida.

Y mientras pensaba en eso, mientras seguía con el recuerdo golpeando mi mente, me preguntaba si algún día podría dejar de pensar en eso, quería seguir con mi vida, quería dejar en el pasado todo, quería poder ser yo otra vez sin tener que atormentarme la cabeza aquellos recuerdos.

Y muy pocas veces lograba que esas voces en mi cabeza se fueran, estando en lugares con muchas personas y música en el volumen más alto que les permitieran las autoridades.

Los fines de semana me gustaba ir a dar una vuelta, tomar un poco y, no sé, tal vez conseguir algo de sexo con cualquier chica borracha a la que no le importara follar con alguien que tuviera mi apariencia; un chico que se llamaba a sí mismo monstruo y que por culpa de su padre había sido víctima de burlas y acoso en cualquier escuela a la que fuera, lugares o incluso familiares.

Claro que había ciertos días donde ni siquiera yo me agradaba.

-¿De verdad vienes aquí solo para leer? -una voz dulce, femenina y linda, es la encargada de irrumpir mi lectura. Levanto la mirada, a pesar de la poca luz y el ruido soy capaz de escucharla y verla; una chica de cabello color oscuro que cae como fina cascada, corto hasta la barbilla, ojos castaños, y labios algo gruesos, sonríe en mi dirección. Me doy mi tiempo para observarla entera mientras doy un sorbo a mi cigarrillo; lleva un vestido entallado negro, sin tirantes, sus labios llevan un tono rojo erótico que la hace ver deseable, sus piernas son delgadas sin llegar a ser huesudas, y sus atributos son adecuados a su anatomía. Ni siquiera sé qué decir, en mi mente sólo estaban presentes las constantes, y últimas, imágenes de mi madre y de mi hermana a pesar de que había estado leyendo, y no podía formular una palabra coherente para responder. Volví a sentirme indefenso e inútil a pesar de que esa chica solo me había dado un motivo para hablar, y yo no era capaz de contestar un simple comentario.

Bajo la mirada preguntándome si de verdad valía la pena contestar o sólo debía marcharme, había llegado a tener conversaciones con chicas que solo llegaban buscando burlarse de mi o incluso siendo amables por idiotas apuestas que hacían entre amigas.