Visitas a un lugar vació (Takisawa One Shot)

¿?

Ahora ambos chicos estaban sentados uno frente al otro hablando de vaguedades tras discutir lo idiota de la vida entre otras cosas.

Mika pidió un whisky en las rocas mientras que Takisawa pidió un poco de sochu, el ambiente parecía mas el reencuentro de dos viejos compañeros que una cita.

y todo fue bien cuando para las once de la noche ambos estaban bastante ebrios y no paraban de beber como si fuera una silenciosa competencia para ver quien aguantaba mas tragos.

-No se como es que dejaste la academia a la mitad-comenta Takisawa parando de soltar bromas sin gracia-

-Es elemental mi querido Watson, soy buena con las armas, sin embargo no soy fan de dispararlas-fanfarronea la fémina tomando otro sorbo-

-Nah, mas bien eres una miedosa-

Ahora Mika se siente ofendida por tal blasfemia de baja calaña, mas bien por que el alcohol en su sistema no le permitía un pensamiento correcto de las cosas, pronto se formo una mueca en su rostro y giro su mirada.

-Pfff, aun no entiendo por que te quedabas siempre por detrás de mi-

-No se a que te refieres-

-¡Claro que sabes!, nunca intentaste superarme ni a mi ni a la mal nacida de Akira-argumenta dejando caer su puño pesadamente sobre la mesa lo cual capto la atención de los pocos que seguían ahí-

-Eso es por que a dos tercos y pesados es imposible ganarles-

-No me jodas-

-yo los vi a ambos todo el rato, peleaban por todo, y aun así no lograbas nada, dime ¿de que servia esforzarse?, no quería ser la tercera que estorbaba y poco tenia que demostrar, me di cuenta mientras los analizaba, lo mio no era todo ese mundo de violencia-

-bueno, y ¿que haces ahora?, tu vida debe ser patética-

-descubrí que mi imaginación era mas que suficiente para hacer algo genial e inigualable, me e dedicado a escribir aquello que nunca pasara, y a dibujar lo que mi creatividad puede mostrar-

-bah, no hay cosa mas tonta-balbucea como ebrio-

Mika esta verdaderamente encolerizada y sin embargo mantiene el temperamento firme, ese ultimo comentario fue la gota que derramo el baso.

-Eres libre de opinar lo que gustes, la puerta de mi casa esta abierta si tu, mi amigo decides dejar de ser un engreído de mierda y abrir mas tu campo de posibilidades, no todo en esta vida es matar ghouls-

-Jódete-

Takisawa tenia la mirada fija en el trago, pensando en las gotas que desendian del baso, por unos segundos comenzó a vagar pensando de donde venían estas, ¿como es que estas estaban ahí exactamente?

Mika se puso de pie aventando la silla hacia un lado, ahora las gotas caían por su barbilla ¿por que ella lloraba?, todas las palabras que habían salido de su boca eran tan sin importancia como las de cualquiera.

Probablemente esa vez había ido demasiado lejos, solo y mareado en la mesa sentía recaer todo el mundo en sus hombros, se había quedado un par de horas mas analizando las gotas borrosas que caían del baso con apenas un poco de sochu servido en el.

Verdaderamente pensó con gravedad en dejar el alcohol, por que, de seguir así, se quedaría sin amigos.

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El mayor evento que marco la forma de pensar de Mika fue un día de academia, durante la mañana podía dedicar brevedad a cierta persona que era de su preferencia.

Ustedes ya sabrán de que tipo se trata

Raras veces en la vida podía sentir admiración por alguien, por que de hecho nadie le era lo suficientemente bueno en algo como para merecer su atención.

Mika era una muchacha a la cual el amor no le toco la puerta hasta haber conocido a Takisawa Seido, con anterioridad muchos le habían llamado la atención, incluso le habían gustado, sin embargo Takisawa fue el que conquisto su corazón.

La impaciencia de la joven e inocente enamorada le hizo sentir obsesión y desesperación hasta llegar a el punto en que no pudo soportar mas, declaro todo con fervor según dictaba su corazón.

Fue acogida por un terrible silencio que no explicaba nada mas que confusión, ambos eran amigos cercanos, no obstante eso marco el punto de quiebre de su amistad.

Todo por un silencio desgarrador y un intercambio de miradas inquietas.

Mika se lamento por noches enteras el haber sido descuidada y por seguir la impaciencia que le causaban un par de hormonas.

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Su testamento escrito sobre la mesa de su habitación le rondaba la cabeza día y noche, estaba inseguro de que escribir en el, no dejaba de pensar en la inminente muerte que perseguía con tal naturalidad a todo ser vivo en el planeta.

Ese papel lleno de garabatos rondaba por ahí dentro de sus bolsillos, y le recordaba con regularidad todo acerca de su encuentro con mika apenas unos meses atrás, admitía para si que no se había portado como se debe y que todo podía llegar a ser mejor.

En la red era muy fácil encontrar a las personas y su ubicación exacta así como su domicilio.

Que no te sorprenda encontrar un papel debajo de la puerta de tu apartamento lleno de garabatos y sin dueño aparente, como lo encontró Mika.

Analizo de esquina a esquina pero lo único que capto su atención fueron unas palabras.

lo siento...

Después de ese momento Takisawa Seido desapareció de la sociedad, dejando una gran incógnita en todos aquellos que tenían conocimiento de su existencia.