Tan Solo Mio

Capitulo 4 ✔️

Dominic dejo el cuello de Samuel y agarro sus manos en un gruñido, sus genes se estaban mezclando con los de Samuel, por lo cual a Samuel le habían crecido garras con las cuales estaba desgarrando toda la cama, salió de el humano y agarro sus caderas para darle la vuelta dejando al humano boca abajo y con los brazos extendidos por encima de su cabeza, Samuel no podía apoyarse en sus manos por lo cual su cabeza descansaba en la cama, eso a Samuel no le gusto por lo cual empezó a sollozar y a removerce

De inmediato volvió a penetrar al humano, quien soltó un jadeo de placer, los empujes eran brutales, necesitaba marcar al humano con su esencia, era el mejor momento para que tuviera a sus cachorros. Enterró de nuevo los colmillos pero esta vez en su nuca terminando el proceso de unión y de apareamiento

Samuel gimió enloquecido, y se arqueo, sabía como el cambio afectaba a los humanos y era brutal, Samuel empezó a responder a sus empujes, había un montón de sangre brotando de sus cuerpos y de las heridas que se habían dejado el uno al otro. Aunque Dominic sostuviera sus muñecas con una de sus manos, Samuel rompía las sábanas, no tanto como antes pero aún podía hacerlo, Dominic ignoro eso, después de todo podrían comprar sábanas nuevas en otro momento, incluso le compraría una cama si era necesario

Soltando sus muñecas, agarro sus caderas y dejó que sus garras se enterraran de nuevo en la piel del hombre, soltó la nuca de Samuel y esta vez enterró sus colmillos en la espalda de su pareja. Samuel se arqueó y dejó su cuello al descubierto. Su lobo gruñía satisfecho, su pareja estaba mostrando sumisión ante el. Dominic desencajo sus garras de las caderas de Samuel y apoyo sus brazo en la cama al lado del rostro de su compañero. Su compañero agarro con sus dos manos una de sus muñecas y mordió su brazo con fuerza, los ojos de Dominic se pusieron negros y empezó a embestir con mas brutalidad aún, si es que eso era posible

Dominic sintió como Samuel llegaba al orgasmo de nuevo y esta vez el también se dejó ir, gruñendo mientras Samuel aún mordía su brazo con fuerza

Dominic sintió como el nudo se inflaba en su pareja, dejándolos unidos, suspiro satisfecho sintiendo como el cuerpo de Samuel de relajaba debajo suyo, había sido brutalmente increíble, estaban llenos de sangre pero eso era muy normal. Dominic empezó a pasar la lengua por las heridas que había infligido en el cuello de Samuel, estás se cerraron rápidamente, dejando solamente una línea rosada. Su pareja se encontraba inconsciente debajo suyo, aún con los dientes agarrados a su brazo, con cuidado los removió y lamió la herida. Cuando por fin el nudo se desinfló, Dominic salió de Samuel y se dispuso a cuidar de su pareja, lamió cada herida que el mismo habia proporcionado durante el fuerte apareamiento. Cuando todo estaba curado, Dominic fue hacia la cocina, busco frutas en la nevera, su pareja no estaba aún preparado para comer algo más con todos los cambios que estaban surgiendo en su cuerpo

Subió al cuarto de su pareja con el agua y las frutas dejándolas en la mesa de noche, luego se baño, limpiando las heridas de la espalda por las garras de Samuel, sonrió ante eso, había sido el primero en quien Samuel había probado sus garras y eran fuertes, lo suficientemente fuertes para defenderse de quien lo atacará, eso era muy bueno, en su mundo habían demasiados peligros y por más de que el quisiera protegerlo de todos habrían momentos en donde a Samuel le toca valerse por sí mismo. Dominic no podía sentirse más orgulloso por su pareja escogida

Al fin y al cabo no le había tocado decidir si escogería a Samuel cómo pareja, su lobo había escogido por el, debería sentirse furioso pero en cambio estaba muy feliz, se había anudado a Samuel lo que queria decir que eran pareja destinada, para su pueblo eso era un símbolo muy importante

El mismo no podía creer que había tenido tanta suerte, al fin y al cabo encontrar a tu pareja destinada era muy poco común, era muy raro que un cambiaformas esperara a su pareja destinada, por lo general se apareban con alguien más

Estaba orgullo de la pareja que le había regalado el destinó