Cap. 2- Yankees

2K 193 190
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Cuando Wanda salió de la tienda-cafetería del área de servicio diez minutos más tarde, con dos batidos en una mano y una bolsa de papel repleta de snacks en la otra, se encontró a su amiga protagonizando su propio espectáculo de artes marciales, en medio de un corro de hombres, de los cuales, la mayoría yacía ya en el suelo, noqueados.

Con una mueca de resignación pintada en los labios, avanzó sin prisa hasta el auto y dejó la comida en el interior (después de haber esperado casi media hora a que el dependiente decidiese que había terminado su descanso, no pensaba permitir que se desperdiciase en una pelea), luego se volvió de nuevo hacia Alex; ya solo quedaban unos seis sujetos en pie.

―¿Necesitas ayuda? ―Se cruzó de brazos, apoyándose sobre el capó.

―No te preocupes. ―Alex se agachó para esquivar un navajazo, pateó las piernas de su adversario y volvió a levantarse a toda velocidad, al tiempo que se concentraba, provocando que su piel se tornase en duro diamante. En esta forma, asestó un codazo el doble de potente contra el motorista que pretendía atacarla por la espalda.

―¡Joder! ―aulló uno de ellos―. ¡Ya sé quién eres!

Wanda rodó los ojos. Le extrañaba que a esas alturas todavía quedasen personas que no las reconociesen nada más verlas... Ella podía pasar más desapercibida, estaba acostumbrada a mantener un perfil bajo, pero Alex era todo lo contrario, su cara y su nombre habían protagonizado un montón de primeras planas desde que se sabía que era hija biológica de Tony Stark y pareja del Capitán América... Aunque eso último no estaba tan claro últimamente.

Ya solo quedaban dos en pie.

Con un gesto de manos, la sokoviana usó sus poderes, haciendo levitar a los dos hombres varios metros por encima del asfalto, para luego dejarlos caer desde una altura suficiente para dar por zanjada esa pequeña pelea.

―¿Quiero preguntar qué ha pasado? ―inquirió, una vez comprobado que no quedaba ninguno en condiciones de causar más problemas. Rodeó el auto y abrió la puerta del copiloto.

Alex se sentó frente al volante.

―Son narcotraficantes, y uno me tocó el culo ―respondió, consciente de que con Wanda no necesitaba extender la explicación―. ¿Llamamos a la policía para que venga a por ellos? ―añadió, casi con pereza.

Wanda dejó escapar una risa.

―Ya se encargará él. ―Señaló al dependiente de la gasolinera que en ese momento se acercaba corriendo y con una expresión de estupefacción en el rostro―. Arranca, quiero llegar al Complejo para la cena.

Alex no precisó que se lo dijera dos veces. Giró la llave de contacto y salió del área de servicio sin mirar atrás.

―Lo tuyo no es de este mundo, eres la única persona que conozco capaz de meterse en problemas hasta en un viaje por carretera ―comentó Wanda, a la par que cogía los batidos que había dejado en el asiento trasero y los colocaba en los reposa vasos delanteros, para luego abrir una bolsa de patatas fritas.

Blackrose » Sam Wilson x OC / Steve Rogers x OCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora