Nunca es Fácil Llegar a un Nuevo Sitio

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Se sentía más nervioso que nunca. Revisó que todo estuviera en orden: su hoja de presentación, otros papeles importantes, incluso usó su mejor traje, y aun así sentía que iba mal vestido, lo peor: no pudo organizar su cabello. Ni todo el gel del mundo era capaz de calmar sus rizos, cuanto maldecía a sus genes por haber elegido el tipo de cabello más problemático, tal vez debería quedarse calvo o alisárselo como hacían varias chicas. Aunque, tal vez no fuera visto como un sinónimo de desorden, sino que tal vez su madre tenía razón al decir que eran lindos, pero claro, las madres amaban todas las fallas de sus hijos así que su opinión era inválida. ¿Por qué no fue a la peluquería un día antes? Tal vez así no estaría sufriendo por algo tan mínimo como esto. ¡Verdad! Su cabello no era el verdadero problema aquí, ¿qué tal si su personalidad no era lo suficientemente llamativa para ser considerado apto?

—Mamá, ¿por qué ese señor está murmurando de una forma tenebrosa?

—Sólo ignóralo...

Izuku Midoriya se encontraba sentado en el tren en un estado totalmente pensativo, así que no se dio cuenta de que, en vez de lucir como un respetable hombre de negocios, más bien parecía como alguien que estaba preparando un gran atentado en contra de la sociedad. Lo bueno es que tampoco escuchaba lo que pasaba a su alrededor, así que no se fijó en las miradas de terror ni como poco a poco los demás pasajeros se alejaban de él dejando un extraño espacio vacío en esa parte del tren. Sí, por ahora su mente era suficiente para recordarle lo fracasado que era.

La razón de su estrés se debía a una entrevista de trabajo. No era la primera, pero aún así se encontraba desesperado por conseguir el empleo. En estos últimos meses las cosas solo habían empeorado para él, no es que fuera un pésimo trabajador (o eso esperaba), simplemente parecía que la suerte no estaba de su lado. En su primer trabajo, la empresa cerró, en otra ocasión habían problemas legales y en su último trabajo...tuvo que renunciar por las condiciones inhumanas. Sin embargo, ya habían sido unos meses desde eso y no conseguía nada. Ya sus ahorros disminuían al punto de extinguirse, así que tenía que conseguir dinero pronto o estaría viviendo debajo de un puente o volver con su madre, pero eso sería sumamente vergonzoso, y no quería deshonrar a su familia al demostrar ser un inútil para la sociedad. No sólo eso,sino que si regresaba tenía que revelarle a su madre que le había mentido, después de todo, ella tendía a estresarse demasiado y por eso tenía ciertas dificultades en su salud, así que no le había contado sobre su última renuncia, así que si llegaba a decirle la situación tan crítica en la que se encontraba en este momento, temía que realmente le diera un infarto en esta ocasión. No solamente deshonaría a su familia, sino que también mataría a su madre. ¡No podría vivir con esa culpa el resto de su vida!

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Cuando llegó al gran edificio de la empresa, se impresionó por su tamaño. Se veía lujoso y hasta se sentía culpable de que un plebeyo como él estuviera pisando ese suelo. Intentó calmarse, no sería la primera entrevista de trabajo que haría, además tenía experiencia laboral así que seguramente no le iría tan mal ¿cierto? Ugh, podía sentir como su estómago comenzaba a doler.

Al entrar, sintió aún más presión: el piso estaba con una alfombra roja y en el centro, con letras doradas de gran tamaño estaba el nombre de la empresa: Yuei, además, colgando en las paredes se encontraban las fotografías enmarcadas de los distintos artistas que la empresa había impulsado. Claro, esta era una empresa de entretenimiento, lo cual lo ponía aun más nervioso ya que él no sabía nada de farándula, pero como ya habíamos mencionado, se encontraba sumamente desesperado,así que le daba igual si tenía que volverse adicto a las redes sociales con tal de poder entender lo que pasaba en ese mundo.

Se acercó a la recepción, que para su mala (o buena) suerte, tenía a una hermosa mujer atendiendo. Su cabello corto enmarcaba perfectamente su rostro haciéndolo lucir más adorable y sus grandes ojos lo miraron curioso.

Mi Jefe es un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora