🌹Fall in love whit me🌹~ AlbaficaxMinos

Capítulo 3

Narra Albafica:

Las cosas habían cambiado de forma notoria, Minos había dejado de mirarme y ni siquiera se acercaba a mí por lo que algunas veces me sentía aburrido por no poder hablar con él.

–¿Y ahora por qué lo miras?

–¿Hmm? No estoy mirándolo... –Se acercó de nuevo Manigoldo a mí.

–Bueno cómo sea... Mañana cumpliremos tres meses juntos y quiero llevarte a celebrar esta noche.

–Oh eso es muy lindo, por supuesto que quiero ir contigo!

–Entonces pasaré por ti en la noche a las 8 cariño. –Me dio un beso y se fue.

Seguí mirando a Minos, enserio que no podía evitar extrañarlo, después de todo siempre había sido un buen amigo y muy lindo... Pero... Quiero a Manigoldo...

Las horas pasaron bastante rápido y después de una deliciosa cena Manigoldo me llevó a su casa.

–¿Y?¿Qué te parece el lugar? Vivo aquí solo.

–Es un lugar muy lindo, ¿cómo es que puedes vivir...?

Me sorprendí al sentir que me besaba con esa pasión, mis brazos trataban de alejarlo pero era en vano ya que sentía que él ponía fuerza, me aventó a la cama y comenzó a quitarme la ropa.

–E-Espera no hagas eso... Manigoldo por favor!

–Vas a ser mío Albafica, tu cuerpo será sólo mío.~

–D-Detente yo no quiero... No te atrevas!

No podía huir, me estaba lastimando y tenía mucho miedo, con la poca fuerza que me quedó logré darle una patada y salir corriendo aunque él venía detrás de mí.

–¡Albafica! Vuelve aquí!

–¡Dejame en paz!

Un auto paró frente a mí, creí que era mi salvación pero no, era Kardia quien me había impedido el paso.

–Sabía que esto pasaría, ven aquí amigo Manigoldo... Te presto mi auto.

–Que gran amigo.~ –Escuché reír a Manigoldo y me empujó dentro del auto, Kardia conducía mientras él me violaba...

Yo confié en él... Creí en sus palabras bonitas... Y terminé tirado en un lugar que no sé ni siquiera donde es...

Desperté temprano en mi propia casa, no tenía idea de cómo había llegado pero estaba ahí, pude escuchar voces abajo aunque no podía pararme.

Narra Minos:

Había encontrado a Albafica cuando pasaba por uno de los lotes baldíos de la ciudad, no tenía idea de que le había hecho Manigoldo pero no pude defenderlo y me dolía su situación... Quería verlo...

–Y lo traje hasta acá... Espero que esté bien. –Le decía a su madre.

–Muchas gracias, ya debió haber despertado así que puedes verlo.

–C-Claro gracias...

Subí las escaleras y entré a su habitación, estaba acostado y sus hermoso ojos estaban llenos de lágrimas.

–Albafica...

–M-Minos... –Me miró con una profunda tristeza, se me partió el corazón.

–¿Cómo te sientes?¿Te duele mucho?

–No sólo el cuerpo... Mi corazón siente una punzada fuerte...

–Yo... Quisiera saber que te hizo...

–Me violó... Ni siquiera fue cuidadoso para nada... Es un maldito salvaje...

–Perdón por no estar ahí para poder protegerte Albafica. –Me acerqué a abrazarlo con cierta fuerza.

–No es tu culpa... Tú no sabías que esto pasaría... –Correspondió a mi abrazo.

–Pero aún así... Yo nunca quise alejarme de ti pero tampoco quería arruinar tu relación.

–Ya no hay que preocuparnos de eso ahora... Gracias por todo Minos.

–No agradezcas.

Le di un beso en la mejilla y me fui de su casa, al otro día en la escuela él no estuvo presente pero yo fui a enfrentar a Manigoldo dándole un empujón.

–¡¿Qué te pasa estúpido?!

–¡¿Que carajo te pasa a ti?! Eres un maldito imbécil y me vas a pagar por lo que le has hecho a Albafica!

Me lancé sobre él comenzando a golpearlo, estaba más que enojado ya que él lo había lastimado y aparte me había quitado todo su amor.

Sus amigos llegaron a defenderlo pero mi coraje era tanto que incluso a ellos los había golpeado con tal de hacerle daño a Manigoldo, los maestros nos vieron y terminaron por suspenderme una semana al igual que a Manigoldo.

–Minos tu amigo llegó! –Me gritó mi hermano desde abajo.

–Ya voy! –Me vestí tan decente cómo pude y bajé a ver a Albafica quien lucía tan hermoso ante mis ojos.

–Oh Minos hola! –Me dio un abrazo el cuál no dudé en corresponder, me tomó del brazo y caminé fuera de la casa con él.

–¿A donde quieres que vayamos hoy?

–Vayamos al cine! –Me sonrió y caminamos hasta el cine.

Ese día le di a Albafica una rosa, dejando notar que aún estaba enamorado de él aunque seguía sin corresponder a ello, de cualquier modo no pensaba rendirme para nada y aunque me lleve toda una vida...

Voy a conquistarte Albafica...