La realidad de un sueño

I

-Cata! despierta!!!

-Hey esperen, calma, que pasó?

-ya llegaron Cata!, apúrate que si no tendremos que esperar media hora para verlos.-Y...si, cuando llegamos a la cancha cubierta ya estaban ahí los alumnos de la otra dimensión, que después de dos meses por fin se habían acordado de venir.

Pero creo que para que entiendan toda la historia primero tengo que contarles quien soy yo: me llamo Catalina Velazquez, tengo 16 años y estoy internada en el Liceo de Dimensionaje Mixto (en este caso es mixto no porque hallan los dos géneros sino porque dejan que alumnos de otras dimensiones vengan a hacer pasantías, lo mismo de acá para allá), antes de venir al internado vivía con mi mamá Sandra y mi hermanito Julián, ahora vivo con mis compañeras de cuarto que también son dos de mis mejores amigas.

Sara es muy tierna y duerme en la cama sencilla al frente de la puerta que da a la sala, tiene un perro raza Akita llamado Dante y un hermanito de 10 años llamado Camilo. Luego está Nicol, ella y yo somos muy amigas, compartimos camarote, ella duerme abajo y yo arriba, siempre estamos juntas y tenemos gustos muy parecidos a excepción de la ropa y algunas comidas, ella tiene una hermana mayor llamada Nancy y vivía con su mamá.

Ahora volviendo a lo que les estaba contando, se había acordado que ellos vendrían al colegio en junio, han pasado dos meses y al parecer por fin habían decidido venir (creo que tardaron por problemas de transporte, viajar interdimensionalmente no es nada fácil). Eran un grupo de personas de 16 o 17 años, la mayoría de pelo rubio o café con los ojos negros o verdes... lo ví, el también me miró con sus ojos color miel, su pelo castaño se onduló con el viento y entonces dije lo que sabía que era lo único que no podía decir

-quiero conocerlo

-A quién disculpa?-preguntó Andrea, acababa de llegar junto a Laura, entonces me percaté de mi fatal error, pues a Andrea le encanta saber todos los chismes y datos de la vida personal de la gente; ella y Laura son mis otras dos mejores amigas, Andrea es muy morena, tiene unos hermosos ojos cafés con pestañas negras y pelo del mismo color y aunque sea un poco infantil es una buena persona. Laura es la mas mayor, tiene 18 y es una amante de los perros, tiene una Golden Retriver llamada Ziva y es bastante indiferente en cuanto a la chismología.

-Hey aterriza, eeeh, oye ponme atención, A quién?-no había vuelta atrás.

-pues...

-pues qué?

-bueno...,

-habla ya!

-has visto, has visto al de los ojos cafés?

-si, hay como tres, por?

-bueno, esque..., me gustaría conocer al de la gorra

-te refieres al que está al lado de la columna?

-si, él

-ohhh ya veo, por fin encontraste tu media naranja, no?

-que te sucede claro que no, solamente dije que lo quería conocer!- me había acorralado, odio cuando me pone contra la pared y me bombardea con preguntas.

-solamente?

-si, solamente

-pero si lo quieres conocer será por una razón, cierto?

- bueno puede que sea algo lindo pero ya, tampoco es la persona más hermosa del mundo, ni siquiera he hablado con él

- vale, vale, pero al menos admite que te parece algo lindo

-ok pero...

-ya está!, vas a conocer a ese chico, ven conmigo- Y sin decir nada más me arrastró cogiendome de la mano por entre la multitud apretujada camino hacia un perfecto desconocido que estaba siendo observado por medio mundo junto a sus compañeros