NARRA MARIZZA: Después de que terminamos con la gira por el norte; los cinco (Mía, Manu, Cande, Pablo y yo) decidimos volver lo más urgente a Buenos Aires para empezar con el tratamiento de Mía. Benito decidió quedarse en Salta para representar a un grupo teen salteño del momento. Él nos rogó venir con nosotros, pero Mía no lo dejó.
Manu: Bueno dale toca Marizza. Marizza: Por qué yo? Mía: Porque yo tengo a la nena en brazos Marizza. Encima estoy débil plis. -Poniendo ojitos tristes-. 😞
Ya no tenía ganas de discutir por boludeses, creo que esto nos hizo madurar de golpe (inclusive mucho más que el nacimiento de Cande). Ella había llegado en un momento inapropiado y aunque, sí, dije cualquier cosa cuando me enteré que iba a ser tía, Cande nos motivaba para seguir con nuestros sueños. Pero esta vez nuestro sueño era otro: salvar a Mía. Tenía miedo de tocar el timbre de la casa de mi vieja y Franco. Qué íbamos a decir? Perdón por irnos así? Bueno tal vez era un buen comienzo.
Marizza: Está bien tocó yo. Sino quién lo va a ser? 🙄 A Mía no le da la cabeza para más.
No quería hacerla sentir mal tratandola diferente por su estado y preferí que todo siguiera igual. Estoy convencida que esto sólo será un mal recuerdo.
Mía: Ok después te compro un helado por hacer algo tan difícil te parece? Jajajja 😂 Marizza: Pero uno muy bueno eh... Manuel: ¡TOCA DE UNA VEZ! 😡 Marizza: BUENO, EH!
Riiin... Riiin...
XXX: Quién so' vo'? - dijo una mini nena rubia -. Marizza: -Volteando a ver a Mía y a Manu- Vieron? Les dije que ésta no era la casa. Mia: A ver Manu toma -dándole la nena a Manu y sacando un papel del bolsillo- pero es acá la dirección que me dio la operadora cuando pregunte por la casa de Sonia Rey. XXX: Y a vo' nena que te importa mi mami? Mía/Marizza: Qué? YYY: Any quién llama? -se escuchó desde adentro de la casa y apareció atrás de la nena de tres años, Sonia. Se había cortado el pelo, un poco más oscurecido, pero seguía igual de hermosa que hace dos años cuando los chicos decidieron irse-.
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Marizza: Ma...? -fue lo único que logré decir, porque mi garganta se me cerró cuando rompí en llanto. Me importo un pomelo mi orgullo. Extrañaba tanto a mi vieja -. Sonia: Mi ciela, mi ciela bella. Te extrañé tanto, te necesite tanto, por qué no me llamaban? Marizza: Per-dón ma... No quise irme así fue una boludes irme dejando sólo una nota. - Dije mientras la abrazaba-. Sonia: No importa hija sabía que estaban siguiendo su sueño y que estaban bien -soltando a Soña nos miramos cabizbajos Manu y yo- Mía, Manu como los extrañé -abrazandolos-. Mía: Nosotros más Soña. Sonia: Y esta hermosura? -mirando a Cande-. Manu: Es nuestra hija, se llama Dulce Candela y tiene dos años. Sonia: ¡Pero qué hermosura! -Llenandola de besos mientras Cande reía-. Any: Bueno y yo qué? -Dijo poniendo cara de enojada y celosa-. Sonia: Hay bueno ya... No seas así -levantandola en brazos- ellas son tus hermanas Marizza y Mía. Si te acuerdas verdad? Any: Si -moviendo la cabeza y sonriendo-. Marizza: Tenemos una hermana? Menos mal salió linda a mí jajajajjaa Mía: Cállate tarada -pegándole un empujón-. Marizza: ¡Ay!... bueno, pero es la verdad jajajaja Sonia: Ustedes no cambian jajajja... Bueno entren ¡ya, que hace calor! Manu: Y Franco? Mía: ¡Si! dónde está mi Dady? Any: Tabajando. Soña: Tra-ba-jan-do. Any: Eso. Trabajando vo' me entendes ma... Sonia: Tratamos de corregirle las palabras. Debemos hablarle como adulto para que hable bien nos dijo la fonodiologa. Marizza: si es que con vos y Mía cerca puede jajajajja
NARRA MÍA: Estaba nerviosa, muuuuuy. No se cómo va a reaccionar mi Dady cuando se entere lo de mi enfermedad. Por otro lado tengo que empezar urgente mi tratamiento. Tengo tanto miedo... no por mí, ni tampoco por Manu, se que va a ser el mejor padre del mundo, sólo me importa mi hija. Qué pasará con ella si ya no estoy? Me duele pensar el hecho de que sufra por mi ausencia. Estaba en la oficina de mi papá con Manu esperándolo. Había llamado que ya venía. En eso entra Sonia.
Sonia:Bueno ya viene tu padre miita. Mía: Gracias Sonia -dije abrazando a Manu conteniendo las lágrimas. Me sente aún abrazada a Manu en el sofá de la oficina de mi dady-. Sonia: Pasa algo? -preguntó Sonia sentandose en otro sillón con cara de preocupada-. Manu: No, Sonia, tranquila.
En eso entró mi Dady. Siempre tan buen moso. Sus ojos al vernos brillaron y automaticamente empezó a llorar como pocas veces lo vi llorar.
Mía: Dadyyyyyyy... -lo abracé, lo abracé tan fuerte como pidiendiendo que me siguiera queriendo como siempre- Franco: Mía. Hijita. Te extrañé tanto... -correspondiendome al abrazo - Estás tan hermosa. Tan grande. Manu: Tan madre. - dijo con cara de enamorado-. Mía: Manuuuuu -Dije con verguenza-. Franco: qué? Mía: Si. Dady sos abuelito. Con Manu tenemos una hijita de 2 años que se llama Candela. -Dije sonriendo-.
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