Ya casi eran las 11pm, Sherlock estaba terminando de ducharse, mientras yo ordenaba nuestro cuarto… si… luego del mal entendido, Sherlock me propuso que “a partir de esta noche, y por el resto de nuestras vidas” (Palabras exactas de él) compartamos dormitorio; por ende, tuve que trasladar todos mis objetos personales, ropa, anotaciones, perfumes, etc.… Tardamos un tiempo, pero logramos acomodar todo, por suerte, contábamos con su cama de 2 plazas
Tanto ordenar me dejo agotado, pero valió la pena, me siento feliz con solo pensar que ya no habrá noches frías ni solitarias
-John, ¿Dónde estás?-
-En el dormitorio, recién termine de organizar todo-
Sherlock se encontraba con una toalla que cubría desde su cintura hasta sus rodillas, estaba descalzo, en su torso completamente desnudo se estrellaban gotas de agua que aun caían de su cabello mojado
-She… Sherlock… ¿Podrías cubrirte?- Insinué al mismo tiempo que intentaba no observarlo
-¿Cubrirme?... Si mal no recuerdo, anoche recorriste con tus manos cada centímetro de mi cuerpo. ¿Y ahora me pides que me cubra?-
-Es… Es diferente… Yo… Aun… Aun no me acostumbro… Creo que… eres demasiado lindo y no quiero que mis bajos instintos me dominen…-
-John, si tú realmente quisieras que yo me cubriese, tus ojos no estarían en un complejo vaivén entre el suelo y mi cuerpo…-
Olvide que estoy tratando de razonar con la persona que siempre, independientemente de cuál sea la situación, tiene la última palabra…
-Está bien...- dijo mientras tomaba otra toalla para secar su cabello
-No puedo creer que me hagas caso- conteste mientras buscaba mi pijama para marcharme a la cama
-No te estoy haciendo caso… Te voy a proponer un trato-
-¿Un trato? Oh no, yo no hago esa clase de cosas- Le dije
-Vamos John, es algo simple-
-Pfffff… Qué más da, está bien, dime… ¿Qué propones?-
-Propongo que me cuentes una historia… ahora, para irme a dormir, si lo haces, prometo salir vestido de la ducha-
-¿Una historia?... ¿Algo así como un cuento?- Pregunte desconcertado
-Si, cualquier historia-
-Está bien, termina de vestirte, mientras, yo pensare en algo-
¿Una historia? ¿Acaso es un niño?... No interesa, solo tengo que pensar en algo… Tal vez sea estúpido, pero no quiero contarle algo trillado, las historias por lo general siempre tienen los mismos finales…
Ya en la cama, Sherlock se recostó sobre mi pecho, abrazo mi cintura y me observo durante unos minutos
-Definitivamente, así, pareces un niño-
-Si lo soy, como tú insinúas, soy TU niño, John, y como todo niño, quiero escuchar mi historia antes de irme a dormir-
-Okey… La historia se llama: “La Nutria y el Erizo”-
-Hmmm… Particular nombre, jamás oí nombrarla-
-Bueno. ¿Vas a sacar deducciones del título o vas a oír la historia?-
Sherlock no respondió, solo sonrió, y acomodo su cuerpo acoplándolo al mío
“Una mañana como cualquier otra, una nutria estaba dando su paseo por el rio como de costumbre, observando todo a su alrededor, en el agua se sentía segura, nadie que quisiese hacerle daño podría llegar a ella con facilidad…
La nutria no se alejaba mucho de su hogar, era curiosa pero precavida, entonces cuando ya estaba regresando, observo algo que capto su atención: a orillas del rio, en tierra firme, había un pequeño animalito que jamás había visto, la Nutria lo observo durante varios minutos, dándose cuenta que el animalito estaba perdido. Luego de pensarlo por un momento, decidió acercarse a la orilla para hablar con este simpático amigo:
-Hola- dijo la Nutria, que aun se encontraba en el agua
-Hola- respondió el animalito
-¿Estás perdido?-
-Si. ¿Cómo lo sabes?-
-Es que soy muy observador… por cierto, soy una Nutria-
-¿Nutria? Jamás había visto una, yo soy un Erizo
-¿Erizo? Yo tampoco había visto jamás un Erizo
Ellos se quedaron un tiempo, tan solo observándose, hasta que uno se animo a romper el silencio
-¿Cómo te perdiste?-
-Vi un ave, entonces corrí, me oculte entre unas rocas, pero al salir, tropecé y rodé por ese acantilado-
La Nutria se rio del pobre Erizo
-Amiguito, te me haces muy simpático… ¿Te gustaría que te ayude a volver a tu hogar?-
-Claro que si- respondió el Erizo, muy entusiasmado
La Nutria nado por la orilla del rio, mientras que el regordete roedor camino entre las pequeñas piedras bañadas por la dulce agua
Mientras el camino llegaba a su fin, estos animalitos se dieron cuenta que se llevaban muy bien, tenían personalidades diferentes: por un lado, la Nutria era soberbia, audaz, lista y sobretodo relucida en carisma y perspicacia… Por otro lado, el Erizo era torpe, lento en cuanto a razonamiento, humilde pero muy valiente. Estas diferencias no impidieron que comenzaran a sentir algo por el otro, pero dentro de sus corazoncitos, sabían que eso era imposible, ya que para la Nutria, el Erizo, debía ser una Nutria, y para el Erizo, la Nutria debía ser un Erizo… El asunto era complejo, más no podían impedir lo que estaban sintiendo
-Muchas gracias por guiarme, aquí es mi hogar- Señalo el Erizo, a un grupo de rocas apiladas, junto con algunas ramas
-¿Ése es tu hogar? Pregunto la Nutria, un poco desconcertada
-Si, es lo único que pude construir con mis pequeñas manitos-
La Nutria sintió mucha pena por el Erizo… Entonces, se animo, con fuerza dio el primero paso
-Este no es lugar para que un pequeño como tu viva, aquí estas expuesto muchos peligros… ¿Qué opinas sobre tener un compañero?-
-Siempre me gustó la idea, más ningún Erizo quiso jamás convivir conmigo, dicen que soy muy pequeño para ser útil en algo, y prefieren no cargar conmigo-
-¿Y qué tal yo?- Señalo la Nutria
-¿Tú?... Pero si ni siquiera somos del mismo hábitat, yo camino sobre tierra, tú nadas en el agua… Es imposible compartir hogar-
Entonces la Nutria, sin temor, salió del agua, parándose sobre sus dos patas traseras, se poso frente al pequeño Erizo
-Querido amigo, todo es posible con tan solo quererlo, pero quererlo con el corazón-
El Erizo sorprendido, acepto su oferta… La Nutria, lo cargo en su espalda, llevándolo a su hogar, donde comenzarían a convivir y compartir, sabiendo que juntos pueden lograr lo que realmente quieran lograr”
Para cuando terminé de contar la historia, Sherlock ya se había dormido, su aura infantil se había transformado en algo angelical… Me quede un tiempo observándolo dormir sobre mi pecho, acariciando su cabello, y pensando en si llego a oír algo de la historia… Aunque no hace falta ser un genio para darse cuenta que está basada en nosotros mismos… Ni tampoco para saber quién es la Nutria, y quien el Erizo
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La pieza de mi rompecabezas (JohnLock)
FanfictionToda historia de amor, tiene su comienzo, en alguno casos, perfecto ... Y en otros casos, algo extraño y hasta un poco tonto ♥ JohnLock