POV Sydney
Harry había entrado a la habitación interrumpiendo la conversación que estaba a punto de tener con Ashton.
-No es lo que parece- hable calmadamente dirigiéndome a Harry.
-¿Ah no?- rio irónicamente- Entonces porque Ashton está sin camisa en tu habitación- hablo Harry molesto frunciendo el ceño y mirándome con furia.
-Yo que sé, él acavaba de llegar y tú también Harry no estoy para tus celos ahorita- rodee los ojos manteniendo mi posición de chica impaciente.
-¡QUÉ NO ME VENGA CON QUE SYDNEY, SI NO LO RECUERDAS HACE UNOS MINUTOS CONFESASTE QUE NO SENTIAS NADA POR MI!- sus palabras resonaron en mi cabeza e hicieron eco. Yo no sabía que decirle.
-No puedes obligarla a que este enamorada de ti Harry- hablo Ashton por fin.
-Sinceramente pensé que eras diferente Sydney- suspiro más tranquilo Harry.
-Yo si soy distinta Harry pero no soy la chica indicada para ti- sonreí tristemente.
-Hablamos luego- el chico de risos se alejó de mí para luego irse fuera de la habitación.
-Sydney- me llamo Ashton.
-Que- me tire boca abajo a mi cama.
-Tú y yo tenemos que hablar- se tiró a mi lado.
¡QUÉ COÑO! YO NO QUIERO HABLAR CON NADIE PENDEJO. TU Y HARRY ME ESTAN CONFUNDIENDO CABRONES DE MIERDA.
-No quiero- hable como niña pequeña.
-Nos besamos- hablo refiriéndose a los acontecimientos de hace dos días.
QUÉ NO QUIERO HABLAR COÑO.
-Tal vez eso no debió a ver pasado- hable arrepintiéndome de lo que acababa de decir.
-¿Por qué me dices eso ahora?- dijo dolido el chico que se encontraba a mi lado.
Debo dejar de hablar incoherencias.
Me voltee para verlo a los ojos. Jamás había sido una persona a la cual le gustara mantener el contacto visual con alguien pero Ashton me había enseñado a hacerlo. Según el yo tenía unos ojos muy bonitos como para ocultarlos. Aunque no se que le veia de bonitos a mis ojos marrones.
-No lo sé- posee mi mano en su pecho dibujando líneas invisibles sobre este- Porque creo que me he confundido más-
-O tal vez has aclarado dudas- cogió mi mano entre la suya grande.
Ugh soy piglet. Soy tan pequeña.
-Ashton quiero que sepas que yo no amo a Harry- él se acercó más a mí.
-Lo sé- sonrió haciendo presencia de sus hoyuelos.
-También quiero que sepas que me encanta pasar tiempo contigo y que adoro cuando hablamos y…- me interrumpió- dándome un beso en los labios. El beso era tranquilo y suave, no había prisa.
-No me gusta que me callen- lo empuje con mi dedo en el pecho dándome cuenta que él no tenía camiseta.
Esta situación era más confusa, hace un rato estabamos serios y al otro besandonos.
-Te gusta lo que ves- rio con su contagiosa risa a lo cual yo reí igual.
-Tonto- me tire para atrás concentrando mi mirada en el techo.
-¿Sydney?-
-Que- cerré mis parpados por una milésima de segundo para luego volverlos a abrir.