Amor inocente 2, un nuevo comienzo | Aristemo

46 - Secuelas olvidadas

-Temo despierta...todo está bien...- dijo Oliver moviendo del hombro a Temo

Temo despertó después de un minuto, le dolía la cabeza, estaba confundido.

-¿Qué pasó?
-Te desmayaste
-¿por cuánto tiempo?
-Una hora, me diste un susto muy feo
-No recuerdo haberme desmayado
-Solo dijiste que te sentías mal y caíste, Intente llamar a Aristóteles pero no pude contactarlo, mi teléfono se quedó sin batería y el tuyo tiene contraseña. Te llevo a casa si quieres
-Este...si, está bien, gracias

Oliver lo ayudó a levantarse, Temo aún se sentía un poco mareado y no podía recordar lo que había sucedido.

-¿por qué tengo la camisa desabrochada?
-No sabía que hacer, si necesitabas aire o algo así, la desabroche porque estabas sudando, lamento si me metí en tu intimidad
-Esta bien, gracias...supongo

Ambos salieron de la cafetería, Oliver bajo la cortina y se dirigieron al departamento.

-¿puedes caminar? - preguntó Oliver
-Sí
-Te puedo agarrar del brazo si quieres, por si te desmayas de repente de nuevo
-Estoy bien, solo...vamos lento
-Esta bien

Llegaron a la puerta , Temo buscó sus llaves pero no las encontró.

-Creo que las olvidé en la cafetería
-Deben estar en la barra o algún lugar, mañana las buscamos - Oliver tocó la puerta y después de un minuto Aristóteles abrió
-Ya es noche Tahi por...¿qué tienes? - preguntó preocupado al ver la cara de Temo - ¿Que le pasó? ¿Qué haces aquí? - dijo dirigiéndose a Oliver
-Sufrí un pequeño desmayo, solo me acompañó para que no me pasara nada en el camino
-¡¿por qué no me avisaste Oliver?!
-Lo intente pero no pude comunicarme
-¡Pero...!
-Aris por favor, no pelen, solo me ayudo y quiero entrar a casa, me duele la cabeza

Aris tomó a Temo de la cintura y lo ayudó a entrar.

-Descansa Temo - dijo Oliver
-Descansa, gracias por lo que sea que hayas hecho
-No hay problema - Aris miró detenidamente a Oliver y este también lo hizo
-Sí...gracias, buenas noches - Oliver asintió sin decir palabra y Aristóteles cerró la puerta

***

-¿te quieres ir a la cama?
-Sí...

Llegaron a la habitación de Temo y Aris lo ayudó a que se sentara en la orilla de la cama.

-¿Seguro que estás bien? Podemos ir a buscar un doctor, no sé ¿qué te pasó?
-No lo recuerdo, Oliver dice que solo me desmayé
-No entiendo por qué no me llamó
-No te enojes con él, fue de ayuda en el momento, o...eso creo, no recuerdo nada, solo desperté y me dijo que había pasado una hora - Temo se recostó en la cama con la ropa puesta
-Te ayudo - Aris le quitó los zapatos y fue al armario por la pijama - Levántate, solo un esfuerzo más y puedes descansar.

Temo se levantó de nuevo, se desabotonó la camisa y Aris se puso detrás de él para liberarlo de las mangas. Temo bajo la mirada hacia su pecho y observó que tenía una clase de moretón cerca del pezon, lo tocó para ver si le dolía pero no era así.

-Cuándo me hice esto - pensó

Por otro lado, Aris, mientras le quitaba la camisa por detrás, levantó la mirada y vio que Temo tenía la misma clase de moretón que Temo se había visto en ese mismo momento pero esta vez en el cuello.

-¿Caíste al suelo? Cuando te desmayaste
-No lo sé, Oliver es quien debe saber
-Bien pues...hay que preguntarle - Aris arrugo la frente. Metió la camiseta por la cabeza de Temo y luego le pidió que estirara los brazos - ¿Te quitó los pantalones? - dijo con una sonrisa
-No estoy para coqueteos Aristóteles
-Ya lo sé, solo era un chiste. ¿Necesitas algo más?
-¿puedes traerme un vaso de agua?
-Claro, enseguida vuelvo

Aris salió de la habitación. Temo intentaba recordar lo que había sucedido pero era imposible, tocó por encima de la camiseta el moretón.

-Parece un...Eso es imposible, debí golpearme cuando caí o algo
-Aquí tienes Tahi - dijo Aris dándole el vaso con agua. Temo agarro el vaso y se tomó toda el agua de un sorbo
-Vaya que tienes sed
-Sí...siento los labios resecos, como cuando...
-¿nos besamos por mucho tiempo?
-Exacto. Aunque...Oliver dijo que estaba sudando mucho, tal vez estoy deshidratado
-Tal vez, parece que tendremos que atenernos a todo lo que Oliver diga
-Sí, ya me voy a dormir, descansa Tahi
-Descansa - Dijo Aris acercándose para darle un beso en la frente
-Apaga la luz
-Sí Tahi, sueña bonito

Aris apagó la luz, y cerró la puerta. Temo cerró los ojos para intentar dormir pero no podía, algo le incomodaba, se sentía extraño, pero no sabía que era. La piel le irritaba como aquella vez en Santorini, cuando ambos se acostaron en una amaca; Aris acarició su piel hasta que se quedó dormido y cuando despertó sentía una ligera irritación en la piel.

El asunto de los labios y de su sed, tenía la ligera sensación de haber besado a alguien pero sabía que eso era una completa locura.

-Debo estar loco - dijo en voz alta - Solo duerme Cuauhtémoc, mañana esto habrá pasado al olvido.

Fin del capítulo 46.