Otoño había llegado. El frío se hacia presente en la ciudad, las hojas caían ya secas de los árboles, el viento soplaba un poco mas de lo normal. Me encontraba en la plaza principal del pueblo, observando a la orquesta mientras tocaban una hermosa melodía de jazz. Sentado en aquella banca de la esquina, la observe detenidamente, sus ojos eran tan marrones como las hojas ya secas en el suelo, sus mejillas tenían un tono rosado, como si alguien le hubiese susurrado en el oído algún "te quiero".
La segui observando mientras se sentaba en la banca que se encontraba a tan solo unos metros de la mía, de su bolso saco una pequeña libreta color beige con encaje, la coloco el sus piernas mientras seguía buscando en su bolso, después de unos segundo saco una pluma, la cual hacia juego con su libreta, la abrió y con sus dedos paso algunas cuantas hojas, tomo la pluma y comenzó a escribir. Realmente me inquietaba tanto lo que escribía.
Me miro a los ojos detenidamente...me sonrió, ¿ella me estaba sonriendo a mi? Eso era lo que creía pues su mirada se dirigía a la mía, solo le devolví la sonrisa y ella siguió escribiendo en aquella libreta la cual pareciese un diario.
