Capítulo siete- Recreativos

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Nos miramos mutuamente a los ojos y de repente suena el claxon del coche de mi madre.

-Ostras, ¡No me acordaba que mi madre me tenia que venir a buscar!

-Vamos, te acompaño hasta abajo.

Bajo las escaleras y mi 'madre' me estaba esperando en el porche de la casa de papá.

-¡Adiós! ¡Gracias por todo!

-¡No hay de que, mañana hablamos!

Mi madre me saluda a través de la ventana con una sonrisa y me dice:

-¿Que tal lo has pasado mi vida?

-B-Bien, bastante bien.

-Me alegro.

Llegamos por fin a casa, el viaje se me ha echo muy incómodo.

Mi habitación era normalita, como una habitación de cualquier adolescente de los 80. Con sus fotos polaroid, las sábanas lisas con bordados y una pared pintada de un mismo color con pósteres frikis colgados por ahí.

Buenos dias, o no tanto. He soñado muchas cosas y muy raras, he visto a mi mismo callendo de un sitio con mi padre, y atrás estaba yo, ósea mi yo contemporáneo atrás observando... no entiendo. Bueno, olvidémoslo. El caso es que el colegio/instituto esta a dos manzanas de mi casa, no tiene pérdida gracias a dios, porque no conozco este sitio.

Acabo de salir del colegio, y papá me ha vuelto a invitar a su casa.

Llegué a su casa y nos sentamos en el sofá, y me dijo que estaba enamorado de una persona de su clase, y de que su abuela se llamaba Conchita Ramirez, y que siempre le preparaba galletas, pero nunca le decía la receta o como las hacia, solo el sabía que estaban buenísimas. Me enseño todas sus colecciones de canicas y me pregunto de ir a los recreativos, y asentí.. verás como se queda cuando se entere de que me encantan los videojuegos y las videoconsolas y no se me da bien ningún juego de los recreativos... que risas va a haber. Tenía un poco de calderilla en el bolsillo izquierdo, que cojí de casa por si acaso tomaba algo con papá o algo así. Me llevó a los recreativos López, los recreativos más grandes de la ciudad.

Las máquinas estaban divididas por secciones, acción, coches, motos, peleas, miedo... había como 100 máquinas recreativas, era una pasada.Papá quería ir jugar a uno de coches y yo insistí de jugar al Pacman, por que era el único el cual sabia jugar, pero para el era el más aburrido. Después de estar bastante rato en los recreativos, nos fuimos cada uno a su casa, él me mando su direccion y teléfono por si necesitaba algo, para quedar o cualquier cosa.

Llegué a casa a las 9 de la noche, fue una tarde divertida pero a la vez extraña... no estoy muy acostumbrado a jugar a las canicas y a estas cosas. Al día siguiente era sábado, así que aproveché a hacer un poco de turismo y aprender un poco de historia de la ciudad en la que estaba. En la ciudad hay unos monumentos y unas cosas impresionantes, hay una catedral enoooorme con un techo altísimo en una colina, y un puente colgante precioso. Más tarde, caminando por el barrio de restauración y compras, me encontré a la abuela de papá haciendo la compra. Le saludé y me devolvió el saludo con una sonrisa, y cada uno siguió por su camino. Pasé por al lado de la casa de papá, y me vio pasando.Él estaba a en su patio practicando ejercicio en la hierba. Le saludé, y el me devolvió el saludo con una sonrisa de oreja a oreja. De repente, observo un pequeño destello muy llamativo bajo el puente que tiene alado de su casa... Sentía como que me llamaba ese destello, asi que me acerqué a verlo y he de confesar que este sitio me resulta familiar, como si lo hubiera visto ya antes.

[CONTINUARÁ]/ {NUEVO CAPÍTULO CADA DIA POR LA NOCHE}

No todo puede ser igual.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora