LIBER #sakura2020

I

- LIBER -

Lo sabía, nada sería igual; tonta cabeza -sollozo- maldito corazón. Lágrimas, nudo en la garganta, vacío de por vida, hueco en el estómago -ésta vez -suspiré, profundo, desgarrador- me llegó al alma.

-Me enamoré -terminó la oración, juntamos nuestras frentes, suspiramos, besó mi frente, con ternura, adoración, más lágrimas- déjame verte -acunó mi cara entre sus manos, con su dedo índice, repasó mi frente, pasando por mi nariz, mis mejillas y finalmente mis labios, mientras me aferraba a él, como si fuera a desaparecer, como si alguien estuviera por arrancarlo de mi vida para siempre, quería tener impregnado su olor, ese olor a canela y vainilla, mezclado con el mío; ése olor a...

"¡Él!"

Sólo esos ojos, azules penetrantes, más lágrimas rodaban por su mejilla, y el nudo en la garganta se hacía presente cada vez más fuerte, suspiré; con su mano en derecha tomó la mía, la puso a la altura de su corazón, con la izquierda rodeo mi cuerpo, recostada en su pecho, no quería que se marchara, quería tenerlo así de cerca por siempre, hasta que mi vida terminara, hasta que el mundo dejara de existir...

Podía sentir su respiración cerca de mi cabello, después de un rato, se dejó caer en mi hombro.

-Te amo -esto lo hace más difícil, un escalofrío recorrió mi cuerpo, una carga eléctrica, mis piernas temblaron, era cruel, demasiado, más de lo que alguien pudiera soportar, me dolía el alma, nuestra felicidad no podía construirse a través de la infelicidad de otros, no podría...

Lloré y lloré más y más fuerte, me di valor, sabiendo lo que causaría mí confesión.

-No más que yo a ti -el nudo en la garganta me impedía hablar, mis sollozos se mezclaban con la impotencia contenida- más que... -puso sus manos detrás de mi nuca, con sus pulgares rozando mía orejas, nuestras frentes juntas, mi nariz cerca de la suya, frotándose.

-Lo sé Nat... Mi Nat... Mía y sólo mía -esas palabras que eran una bendición, me besó, despacio, mis manos en su espalda baja, rodeándolo, acercándolo tanto como pudiera.

-Siempre...

Besó mi mano, trataba de sonreír, pero las lágrimas inundaban mi rostro, quería aferrarme a él, ¿porque ahora? ¿Porque hasta ahora?

-Natasha -habían más lágrimas rodeando su perfecta mandíbula- te amé desde el primer momento en que mis labios rozaron los tuyos, te amé a pesar de que no debía, te amaré hasta que la tierra deje de girar, te amaré hasta que no haya aire que respirar, te amaré hasta el día en que muera, te amaré aun cuando esté prohibido, te amaré aun cuando duela.

Las palabras eran crueles, entre cada te amaré había una puñalada a mi corazón. Hubo un silencio, ambos sabíamos que...

"Ninguno de los dos quería pronunciar, escucharlas, sentirlas."

-Kian mi amor, mi vida...

-Mi Nat -me abrazó, besó mi frente, mi corazón estaba por salirse....

Siempre tocaba con mucha delicadeza mi cabello, colocando un mechón detrás de mí oreja, esta vez, ambos sabíamos que sería la última, guardé en mi memoria esa mirada, sabríamos que no volvería a mostrarla, de lo contrario correríamos el riesgo de que adivinaran nuestro secreto y lo profanaran, mentiras, calumnias, así que encerré en mi corazón esa mirada, bajo llave, tirándola a la basura de mi conciencia.

Tocamos nuestras manos, tanto como la distancia nos lo permitió, y así...

Sin un último beso, sin una vida en donde pudiéramos estar juntos, no importaba cuántas escenas nos quedarán por filmar, ya nada sería lo mismo, ya no podría verle de la misma manera, ni siquiera podría o querría besarlo, me costaría mucho hacerlo y no detenerme, de una vez y para siempre. ¡Nos dijimos adiós!