SEIS

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Habían pasado cuatro días desde lo sucedido en la tienda.

Taehyung fue llevado al hospital aquel día y un par de horas más tarde había salido con un yeso en el pie. 

Su tobillo tenía una lesión y debía estar con aquel yeso por al menos 1 mes.

Había estado complicado con el tema de la universidad y todos sus trabajos, sin embargo, al menos no había pasado por esto en las semanas finales del ciclo. 

Jamás volver a dejar de prestar atención de por donde camino, se repetía cada vez que su pie lo atormentaba con un dolor incesante. 

Su pequeño departamento había quedado a media remodelación luego del incidente, por tal razón aún debía pasar por muebles ubicados en algún lado equivocado con aquellas incómodas muletas. 

—Maldita sea—refunfuñó mientras esquivaba los obstáculos para llegar al sofá y tomarse un leve descanso.

El timbre sonó por primera vez en el día y Taehyung devolvió su mirada a la puerta con cierta molestia en ella. Su valioso momento de silencio para ver un poco de televisión interrumpido, arruinado.

—¿Kim Taehyung?

Ese precioso muchacho con ojos de conejito se encontraba en su puerta, con cajas a su alrededor y una hoja en sus manos.

El dueño del departamento asintió.

Estaba petrificado, esto definitivamente era algo más que una coincidencia.

—Vengo a disculparme en nombre de la tienda, me pidieron que te entregara las cosas que tenías seleccionadas en tu carro de compras antes del accidente—Una sonrisa se plantó en sus labios, sin embargo, desapareció cuando sus orbes se posaron en el yeso del contrario.—¿cómo estás? ¿ha dolido mucho? ¿necesitas ayuda en algo? 

La preocupación en su voz hizo que el corazón de Tae latiera aún más fuerte, este debía ser el tipo más lindo del mundo. 

—oh si, estoy bien, ya no me está dolien—su voz fue cortada cuando intentando lucir genial chocó casualmente el yeso contra la puerta.—auch.

—déjame ayudarte—

Jeon Jungkook pasó su mano por la cintura de un sonrojado y petrificado Taehyung. Con facilidad, lo dirigió al sofá que se encontraba en el fondo de la pequeña sala. Kim intentaba no dejarse llevar, mas era inevitable no mirar esos músculos que sobresalían de los brazos del que lo ayudaba. Todo era peor por el contacto, el castaño sentía todo su cuerpo sudando. 

—traeré tus cosas, ¿si?—habló el pelinegro alejándose un poco. 

Sus miradas se cruzaron un millón de veces mientras las cajas entraban al hogar de Taehyung. Quería hablarle pero no estaba seguro de qué decir, ¿cómo podría entablar una conversación ahora?

—¿tú y yo nos hemos visto antes?—Jeon rompió el silencio obteniendo toda la atención del contrario, un leve sonrojo apareció—t-te lo pregunté ese día, todo sucedió muy rápido y no pudiste responder.

Tae carraspeó, agradecía no ser el único interesado en eliminar ese terrible silencio.

—V-vives en el mismo edificio de mi mejor amigo.

—¿quién es tu mejor amigo? ¿Jiminie? 

Sus ojos se abrieron. ¿Él le había dado aquel apodo a su mejor amigo? Bien, eso no le había gustado, quería toda su atención en él.

—Sí, el apodo, hm, mi mejor amigo lo usa para él, siempre lo está observando—Kim enarcó una ceja sonriendo, Jungkook se dio cuenta de lo que había dicho—Quiero decir, hm, yo no dije nada de esto ¿ok?—rió nervioso.

Ambas risas se unieron al igual que sus miradas. En algún momento dejaron de reír mas ninguno apartó la mirada. 

—Debo irme—Jungkook de nuevo se atrevió a romper el silencio, caminó a la puerta—Espero estés bien, Taehyung.

Qué bonito sonaba su nombre en esos labios. Esas cortas palabras le dieron motivación.

—Hey, sé que esto sonará raro, pero—Lo llamó. El pelinegro regresó un poco y se mantuvo atento—¿te gustaría quedarte un rato? Podrías ayudarme a remodelar un poco este lugar, digo, n-no quiero obligarte, también podemos ir por un helado o ver una película o lo que tú quieras.

Jungkook se quedó un poco duditativo en la puerta.

—Debo volver al trabajo—su voz sonó un poco incómoda, Tae suspiró y asintió con la cabeza.

Sus planes saliendo mal como siempre.

—Pero puedo volver luego de terminar mi turno, ¿te parece bien?—Jungkook sonrió un poco—estaré aquí a las 6, Taehyung. 

La puerta se cerró dejando a Kim Taehyung con una sonrisa gigante 

y un sonrojo en su rostro aún más grande.

destiny ━ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora