Salimos del edificio y nos encaminamos en dirección al campamento. Fuera, el un sol en llamas, blandìa sus rayitos dulces y luminosos. En la lejanìa, la onírica fragancia de los flamboyanes llenò el aire de acaramelada poesía. En tanto, numerosos niños leìan, corrìan, jugaban fascinados, bajo las paternales sombras de aquellos àrboles tan preciosos como divinos.
Caminamos juntos y llegamos hasta una pequeña carpa, situada entre la inmensidad de la enorme y lujosa escuela. Precisamente, enfrente de un océano de apasionados y coloridos flamboyanes, que, debido a los fuertes vientos, agitaban sus ramitas hojitas multicolores, como si un precioso àngel izara sus alitas de algodòn para despegar con violencia destino al cielo... o elevar una mìstica plegaria a Dios.
__ ¿Còmo te llamas?__ me dijo la rubiecita.
Aclarè mi garganta y contestè:
__ Kathryn...
__ ¡Kathryn Shays!
__ Ok__ añadió la bella y joven cantante.
__ ¿Y tù...?
__ Sonnia...
__ ¡Sonnia Waves!
__ ¡Ya veo!__ murmurò Kathryn, mientras se secaba el sudor con una pequeña toalla azul...
__ A propósito...
__ "Te he visto jugar..."
__ "Juegas como los dioses"...
__ Lo siento, pero debía decirlo...
__ Ya sabes, tù y esa casaca de futbolista, esa mirada y esa cabellera afro...
__ ¡Ufff!
__ ¡Me prendì en llamas de solo verte y...!
__ ¡Oh, por Dios!__ pensé.
Sonrojada, me perdí en la celeste divinidad de sus ardientes ojitos de lobelias...
Estùpidamente. Y, tras percatarme de que ella se dio cuenta, atinè a decir un lacònico:
__ ¡Gracias!__ respondì... y sosteniéndole la mirada, le dije:
__ ¡Tienes una voz maravillosa!
__ "Sentì que un àngel bajò del cielo y me regalò su fabulosa melodía"...
__ Por cierto, bomboncito... tienes unos ojazos que derretirían de amor al mismísimo Polo Norte...
__ ¡Caramba... Cupido... me has puesto como tomate!
__ ¡Eres todo un don Juan...!
__ ¡Ja, ja, ja!__ respondió con una càlida risita, la joven Waves.
__ A propósito... ¿cuàl de todas aquellas carpas es la tuya...?
__ La del fondo a la derecha...
__ La última.
__ Entiendo__ le dije.
Llegamos.
__ ¿Tienes hambre?__ me preguntò, Sonnia...
__ ¡Sì, por supuesto!
__ Entra.
__ Comeremos algo...
__ ¿Tienes hora?__ indaguè...
__ Sì__ respondió mi Venus de girasol.
__ ¡Santo Dios!
__ "Solo faltan diez malditos minutos..."
__ Solo dame algo rápido y agua fresca...
__ Ya sabes... el torneo es largo y no quiero rodar como pelota...
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"CUANDO LOS ÀNGELES LLORAN ESTRELLAS"
RomansSinopsis del libro ""Cuando Los Àngeles Lloran Estrellas"" Kathryn Shays, una estudiante de doce años, vivìa en una comunidad agrìcolo-ganadera en cuya zona habitaban, no màs de dos mil personas. Kathryn, era morena, de rostro curtido por el sol y m...