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Estaba haciendo un frío infernal en Queens, estaba acostumbrada a ello pero hoy estaba más de lo normal.
Ni siquiera el aire acondicionado del auto podía lograr mantenerme caliente, en realidad es mi culpa, solo llevaba puesta una chaqueta de piel sobre una larga playera negra.
Estacione el auto y me dirigí a la entrada del instituto mientras me abrazaba tratando de conseguir calor.

-¡JONES!- escuché a lo lejos a una pequeña castaña con unos hermosos hoyuelos observándome a lo lejos.

-¡GRANDE!- exclamé igual.

-¿No crees que llegas un poco tarde?, la clase ya va a empezar y tú como siempre llegas demasiado lenta, aparte de todo mira como vienes, ____ te va a dar un resfriado- negó con la cabeza mientras aún conservaba el seno fruncido.
Demonios, esta chica es irritante cuando se lo propone.
Ariana ha sido mi mejor amiga desde que estábamos en pañales, literalmente, nuestros padres eran muy amigos y solían convivir demasiado, eso era antes de que mi papá decidiera aceptar un empleo en dónde no puede siquiera respirar pues siempre viajaba un montón y se llevaba a mamá con él.
Su familia era increíble, hasta ahora siempre que mis padres salen de viaje me frecuentan en casa o simplemente me llaman para saber que todo esté bien, me sentía parte de la familia incluso Frankie el hermano mayor me protegía tanto que parecía mi hermano también, amaba a su familia.
-Vamos Ari es demasiado temprano para regaños- gruñi claramente irritada por la actitud de la morena.
Ella solo rodó los ojos y se dio media vuelta para caminar hacia el aula, no era necesario que volteara para saber que yo la estaba siguiendo.

Era la clase de ciencias, la cual por obvias razones odiaba a muerte, me costaba un montón mantenerme atenta a todo lo que decía aquel profesor regordete, tres horas de clase eran una tortura para mi, TRES HORAS, ¿A quién maldita sea se le había ocurrido aquello?

Mire hacia atrás y pude observar a unas bancas de mi como mi querido amigo Noah coqueteaba descaradamente con Madelaine, no había de que preocuparse ambos eran pareja pero seguían comportándose como dos tontos primerizos en el amor.
Ambos eran una pareja bomba según los alumnos de MacClancy Memorial, mis amigos eran realmente atractivos.
Madelaine era una chica realmente alta con un cuerpo espectacular, su rojiza cabellera cubría la deliciosa curva de su espalda terminando en un  prominente trasero, sus labios carnosos hacían perder la mirada a cualquiera y sus ojos dominantes simplemente te hacían alucinar.
Noah, era el típico atleta fornido con una cabellera castaña increíblemente brillante y suave al tacto, sus ojos marrones tenían una mirada tierna la cuál se complementaba perfectamente con la de su novia.
Por si se preguntaban es obvio que yo era parte del típico grupo popular del instituto, no eramos de esos típicos bribones que se aprovechaban de los demás, simplemente éramos los niños lindos y ya.

Había aguantado tres horas tormentosas en esta clase ya no soportaba más, sonó la campana del almuerzo, no podía de la felicidad, de verdad estaba fastidiada.

Ariana se adelantó a la cafetería con Madelaine mientras que Noah y yo preferimos ir más despacio, suele ser una locura los primeros minutos del almuerzo.

-¿Haz hablado con Lili?- preguntó mi castaño amigo.
Con solo escuchar ese nombre mi cuerpo se tenso levemente.

-Noah, no he hablado con ella en meses, ¿crees que podamos cambiar de tema?, aún es incómodo-

Él solo chasqueo la lengua en  desaparición, sabía que le costaba verme de esa manera pero era imposible mantenerme serena ante la imagen de aquella rubia de ojos verdes que hace unos cuantos meses me tenía loca.
Al llegar a la cafetería visualizamos a nuestros amigos en una mesa del centro así que simplemente nos sentamos.
Mientras mis amigos hablaban alegremente pude ver a lo lejos a una chica demasiado preciosa, estaba sentada en la mesa de profesores seguramente era nueva y se sentó en el lugar equivocado.
No podía quitarle los ojos de encima, realmente era preciosa, tenía un perfil perfecto, cabello castaño ondulado hasta la cintura, nariz respingada, unos ojos grandes marrones que me hicieron suspirar a lo lejos y unos labios increíblemente apetitosos.
Conectamos miradas y me quedé helada, sentí un apretón en el estómago y como se me erizaba la piel al contacto con sus ojos, me estaba volviendo loca, podía sentir como mi boca se secaba con solo mirarla, mi respiracion era errática, mis piernas se sientieron débiles, no podía creer lo que esa chica estaba causando en mi.

-Reacciona Jones, el lago bajo tu silla me hace sentir ahogada- volteé hacia mi pelirroja amiga, como siempre exagerando las cosas.

Say you won't let go (Camila Cabello y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora