"Todo lo que tienes que saber es que, puedes llamarme. Cuando no tengas compañía, cuando no puedas dormir, yo seré tu solución temporal... Y llamaremos esto como tú quieras."
Historia. (actualizaciones lentas por el momento).
El corazón de Juliana se rompió al ver la escena frente a ella. Afuera de la sala de periodismo, en los casilleros, estaba Valentina, pero no sola... Lucho también estaba presente.
Se estaban besando.
No pudo ver más que un par de segundos aquello, ya que de inmediato sintió cómo su pecho se oprimía, y las lágrimas comenzaban a hacer acto de presencia en sus ojos. Se dio vuelta y se marchó, justo cuando salía de la universidad, el llanto comenzó a salir, no esperaba ver aquello. Necesitaba encontrar a Hanna.
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-¡Lucho! ¿Qué rayos pasa contigo?- exclamó molesta Valentina, al empujarlo y limpiarse los labios.
-Vamos Valentina, llevo más de cuatro meses detrás de ti. Haciendo el idiota con regalos y "detalles" que no ha hecho efecto en lo absoluto- frunció el ceño- Creo que ya es tiempo que te dejes de tonterías, que ambos lo hagamos. Por eso decidí actuar esta vez...
-¿Eres idiota?- intentó no gritar- Bien, no quería ser tan cruel, ni grosera, pero te has superado a ti mismo, Lucho. No me gustas- lo dijo lentamente- No siento nada por ti. Lamento si Nayeli ha estado insistiendo en que lo intentes conmigo, y me reprendo a mí misma por no haberlo aclarado antes. Pero lo siento, realmente no quiero tener nada contigo- aclaró, ante la mirada incrédula del chico- Te sugiero que no intentes nada más, por favor. Ya no quiero seguir lidiando con esto.
-¿De qué demonios estás hablando?- gritó, asustando un poco a la ojiazul- He invertido cuatro meses en ti, princesita- dijo entredientes- ¿Para que vengas y me digas que no te gusto ni quieres tener nada que ver conmigo?- rió sin gracia- Piénsalo otra vez, Valentina.
-No tengo nada que pensar... Esta conversación terminó.
Intentó marcharse, pero la mano de Lucho en su brazo la obligó a detenerse.
-No me dejarás hablando solo- le dio un tirón, acercándola a él- ¿Sabes lo que dirán de mí en la Universidad si después del ridículo que he estado haciendo no eres mi novia? Seré el mayor oso del mundo, Valentina...
-¡Eso a mí no me importa, Lucho, entiéndelo!- intentó safarse, pero el agarre del rubio seguía haciéndose más fuerte- Me estás lastimando...
-No me interesa- apretó la mandíbula- No seré el hazmerreír por tu culpa... Así que aceptarás ser mi novia, y nos dejaremos de tonterías.
-¿Te estás escuchando?- replicó incrédula- Lucho, de verdad tienes que dejar este papel de loco, porque comienza a asustarme. ¡Y suéltame!- volvió a intentar retirar su brazo.
-¡No....!
-Hey hey... Te dijo que la soltaras- llegó Caleb, empujándolo, con cuidado de no hacerle daño a la rubia.
-No te metas en esto Rivers- lo encaró, y su cara estaba roja de enfado- No es asunto tuyo...
-Mientras incluya a Valentina, es asunto mío, Valencia. Así que antes de que te rompa la cara por esa marca que dejaste en su brazo, mejor lárgate- dijo con los dientes apretados.
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