Contigo Siempre En Nuestra Eternidad

643 65 10
                                    

Una vez más Jaebum suspiraba resignado, su pareja no podía decidir si comer dulce o salado para la cena de esa noche, a pesar de encontrarse en los últimos días de embarazo, Youngjae seguía teniendo los grandes antojos como en los anteriores meses.

Su vientre se veía más hinchado de lo normal, hasta juraría que en vez de un cachorro serían dos, esto causaba un poco de temor en él, pues en el momento de parto, Youngjae tendría más dolores al dar a luz. Realmente esperaba que todo saliera bien.

Por otra parte, la idea de tener dos hermosos cachorros lo emocionaba en gran parte, traerían más alegría a su vida. Observó las grandes amatistas que su pareja tenía por ojos, realmente tenía ganas de tirársele en su encima y hacerle el amor una y otra vez hasta que ambos perdieran sus voces  a causa de los intensos gritos de places que permanecerían entre las paredes de su habitación.

A pesar de tener un gran vientre, Youngjae seguía viéndose apetecible, gracias a esto, cada mañana tenía que bañarse con agua fría al ver como su pareja dormía plácidamente, quien no sabía sobre las intenciones de su pareja.

Realmente se sentía bendecido con la diosa luna por otorgarle una pareja como el castaño, era mucho para él y se encontraba en peligro. Luego de los eventos malos en los que ambos salieron perjudicados, Jaebum estaba más sobreprotector de lo normal, hasta él mismo se daba cuenta, pero todo era por la seguridad de su familia.

- ¡Jaebum! Deja de verme con cara de idiota y ayúdame a preparar la cena_ reclamó el menor tratando de levantarse con lentitud.

El pelinegro salió de sus pensamientos ante la voz del omega, al ver como este hacía esfuerzo para poder ponerse de pie, corrió a su lado y lo volvió a sentar en el cómodo sillón.

-Amor, sabes que no puedes hacer esfuerzo, tienes que estar en cama durante estos días _ besó su mejilla con cariño mientras que acariciaba el hogar de su cachorro_ Muy pronto estará con nosotros.

- ¡Ya quiero que salga! _ exclamó_ ¡No me puedo levantar y me duelen los pies! _bajó su mirada hacia su vientre con un puchero_ ¿Por qué eres malo con papi? ¿Qué te hice?

-No seas exagerado cariño_ rio divertido el alfa.

- ¿Exagerado? _ frunció el ceño molesto, Jaebum al ver su expresión tragó duro_ ¿Acaso has dicho que soy un maldito exagerado? ¡Claro! Porque al señor le divirtió metiéndola cree que estar embarazado es algo fácil de llevar ¡PUES NO!_ Jaebum realmente sentía que su pareja iba a abalanzarse sobre él para golpearlo. Se acercó con cuidado y agarró la muñeca del menor tratando de tranquilizarlo_ ¡Suéltame maldito idiota! _ empezó a forcejear para ser libre, pero de un momento a otro, de sus ojos salieron lágrimas deteniendo al instante a Jaebum.

-¿Amor? ¿Por qué lloras? ¿Te hice daño? _ pasó su mirada por todo su cuerpo para ver si ocasionó algún moretón _ ¡Lo siento! ¡Lo siento! Deja de llorar mi vida.

- No puedo_ sollozó.

-¿Por qué?

- Porque ya no recibo mimos de tu parte_ murmuró tratando de hacerlo inaudible, cosa que no funcionó porque Jaebum entendió todo a la perfección_ ¿Acaso...? ¿Ya no me amas?

- Amor_ dijo para rodear al castaño con sus dos brazos atrayendolo hasta su pecho_ En primer lugar, si yo no te amara ¿Crees que estaría aquí contigo velando por tu seguridad y la del cachorro? Segundo, si ya no te doy muchos mimos es porque cambias de humor fácilmente, te molestas y ya no quieres que te toque. Por último, no quiero ver tu carita así, mejor muéstrame una sonrisa, esas de las cuales estoy enamorado.

Las mejillas de Youngjae se pusieron rojas, aún no podía acostumbrarse cuando Jaebum lo elogiaba, a pesar de estar junto a él casi un año, habían algunas cosas que no cambiaba. Por ejemplo, sentirse avergonzado ante cualquier elogio, o cuando el pelinegro se dedicaba día y noche a su cuidado sin querer separarse de su lado.

NUESTRA ETERNIDAD [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora