Ojo por ojo y diente por diente nunca había dolido tanto.
La venganza no siempre tenía que ser dulce y Katakuri lo había tenido que descubrir de una mala manera, sin importarle que tanto daño pudiera hacer al buscar su cometido.
SanjiKatakuriIchiji...
Dedicado a: Alleisys, AcidRain9 y StrangeGRoxy28 quienes han sido mis inspiraciones con sus mágicas historias y formas de escribir!
Prologo
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[1 año atrás]
Era una madrugada fría y oscura, pero las luces de la ciudad nunca estaban apagadas, ese era el precio de vivir en el mayor monstruo del mundo, pero a ellos nunca les había importado eso.
Sanji se retorció en los fuertes brazos de su amante, gimiendo fuertemente por el enorme miembro que expertamente entraba en él, Katakuri era increíble, siempre sabia como complacerlo.
Cayo rendido encima de él y acaricio su musculoso pecho, después, él beso su cabeza rubia con cariño y vieron juntos como amanecía a través de las ventanas del lujoso departamento del mayor, cuando estaban juntos el tiempo pasaba tan rápido que un simple parpadeo podía volverse objeto de miedo.
-Me encantas- Katakuri dijo mirándolo.
Sanji enrojeció por sus palabras y con cierta timidez se cubrió con las sabanas. -Nada de cumplidos, seguro se los dices a todos para llevártelos a la cama.
-No necesito halagar a nadie para llevarlo a la cama, no los necesite contigo. - le sonrió salvaje y Sanji se puso todavía más rojo.
-Te conozco casanova, no te importa nadie, solo te importa satisfacer esto. - puso la mano en su duro pene.
Rodo los ojos y se levantó, las sabanas se cayeron e intento cubrirse nuevamente, pero Katakuri lo agarro de la cintura y lo sentó sobre él.
-Solo me importas tú, Sanji, es la única verdad- su voz era ronca mientras mordía el lóbulo de su oreja. -Eres lo único que me importa.
-¡Mpph!-Sanji se cubrió la boca y apretó la muñeca del hombre cuando él encajo sus gruesos dedos en su entrada.
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Era sábado, el calor era delicioso y las aves volaban el cielo con toda su gloria.
Katakuri miraba la espalda de Sanji mientras él se vestía, se acercó por detrás y coloco las manos en su cadera, pegándolo a su erección, el chico se encorvo y gimió, pero él le cubrió la boca al meter sus dedos y embestir su cavidad bucal, besaba su nuca.
-No te pongas la camisa, prefiero verte sin ropa. -Katakuri continúo besando y bajando la tela para dejar libres sus hombros. - ¿Hay algo en especial que quieras desayunar?, llamare al servicio.
