Intocable | Yoonmin |Editando |

7

Jimin le había contado a su mamá todo loque pasó con Michael, pero ella no le creyó, porque Michael era un chico educado, que había estudiado en las mejores escuelas, o eso era lo que decía.

-Jimin cariño, hoy iremos al centro comercial con Michael, para estar ahí y pasar el rato, si quieres toma una ducha nos vamos en media hora.

Jimin  no quería ir con el, era malo, y lo hacía sentir  mal todo el tiempo.

Sin renegar Jimin hizo lo que su madre le dijo y se cambió con una playera blanca, unos pantalones negros, tenis blancos y un lindo listón rojo que adornaba su cabeza.

En cambio Michael llevaba un traje formal negro, con una corbata del mismo color, ese era su atuendo normal, de todos los días.

-Marcus prepara la camioneta por favor.

El chófer asintió y sacó la camioneta a la calle de afuera, ahí se encontraba Yoongi, estaba sentado en la banqueta detrás de un pequeño arbusto y cuando vio que alguen salía de la casa de Jimin quiso saber quien era.

Jimin salió y estaba acompañado de Michael.

El corazón de Yoongi se rompió, a pesar ser un vagabundo pensó que tenía una pequeña oportunidad.

Pero cuando vio al chico con grandes trajes que se veían costosos, peinado perfecto y zapatos voleados supo que todo solo era una ilusión.

Se sentía triste, pero estaba feliz por el, porque eso era lo importante, que Jimin estuviera feliz, sin importar que el estaba más tranquilo.

La camioneta se fue y Yoongi quiso acercarse a la casa, había una puerta de servicio abierta y se dirigió a ella.

Había un bote con sobras de comida y el no había comido en mucho tiempo, así que empezó a comer lo que había en el bote.

Una señora de unos 45 años salió y lo miró extraño.

-Disculpa, ¿Tu eres el que recoge la basura?.

Yoongi se sobresalto y negó rápido.

-No señora disculpe, con su permiso.

-¡Espera muchacho! ¿Como te llamas?

El dudo en decirle.

-Yoongi... señora.

-Soy Clara, trabajo aquí en la cocina. Un momento... ¿no eres tu por el que el joven Jimin estaba triste?

Yoongi se sorprendió por eso, no sabía que Jimin realmente lo extrañaba.

-Creo que si señora.

-El pequeño niño está triste, solo por ti, a estado llorando, porque el chico que contrataron sus padres lo trata mal.

-Puede ayudarme usted a verlo.-suplico.

-Pues no debería, pero lo haré, por el niño Jimin, le hará muy feliz verle.

Y fue entonces cuando el alma de Yoongi volvió a tener vida.