Tres: Hambre.

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Las luces neón iluminaban el escenario, el sonido ya caracterizado por los odios de Hoseok empezaba a sonar de una forma brusca.

Las bailarinas se encontraban en el escenario, danzando ya la coreografía oficialmente, frente al público quién cantaba a la par de la canción, después de todo, era su tradición.

Hoseok se encontraba allí, no dentro de las personas que cantaban, si no aislado, nervioso y ansioso. Hace más de dos horas que no había visto a aquel chico, y eso, de algún modo lo ponía así.

-Esta noche estás muy raro, Hoseok- protesto su hermana, quién ahora lo miraba preocupado.

-No es nada, Suzy. Solo espero que el grupo de HyunA gane, se nota que se han esmerado en esto- se excusó, esperando la aprobación de su hermano, está llegó a medias, pues Suzy lo miró con duda, no creyéndoselo del todo, aún así lo dejó en paz y siguió admirando su alrededor mientras que Lay estaba a su lado, con las manos sosteniendo su barbilla y con la mirada en un punto fijo. Hoseok le tocó el hombro, tratando de averiguar el por qué de su estado de ánimo.

-Allí está Luhan, Hoseok, y antes he visto como besaba a Sunmi- dijo con la voz entrecortada, susurrando casi.

-Ella no te merece, Lay, es mejor déjala ir, poco a poco- aconsejó el pelinegro.

-¡Hoseok! Lo que me incómoda no es realmente el hecho de que Luhan besé a Sunmi; me molesta que Luhan besé a otras más- El pelinegro alzó una de sus cejas, esperando que el contrario explicase su acusación- ¿No lo has visto? Se ha besado ya con casi todas las chicas de aquí- exageró- no me gusta que trate a Sunmi como las demás.

Hoseok sonrió y lo miró, su amigo realmente estaba enamorado, un amor verdadero, después de todo deseaba siempre el bien para su amor unilateral, y olvidaba los celos ante toda amenaza contra ella. Le dió palmaditas en su espalda, tratando de reconfortarlo para seguir concentrándose en su alrededor.

-Hoseok, se me había olvidado decirte; hace unos minutos, además de haber visto a Luhan coqueteando con otras chicas, también ví a un chico peliro-.- fue interrumpido por el salto que dió Hoseok en su sitio, recibió una mirada extrañada de su amigo, sin embargo este prosiguió;- ¡Tenía el mismo collar que tú! Pensé que talvez te lo había robado.

-Tonto- insultó Suzy integrándose a la conversación- pueden haber miles de collares de cuarzo en el mundo.

-¡Oh vamos! Era idéntico, con la misma forma geométrica y todo. Créeme.

Suzy solo se limitó a alzar los hombros y a sacarle la lengua.

-¿Qué crees que haces? ¿No te han enseñado a respetar a tus mayores, pequeña?- regaño el castaño.

Ambos siguieron molestando entre sí, dejando a un Hoseok confuso. ¿Ese chico tenía el mismo collar de cuarzo? ¿Aquel que brilló tanto cuando lo vió por primera vez? No lo sabía, pero estaba dispuesto a describirlo.

Iría en busca de él.

Hoseok se fue de ahí sin dejar rastro alguno, paseaba por la plaza y de vez que no cuando observando con interés los productos que le ofrecían, mirando a todos lados buscando esa cabellera rosada. Estuvo así por unos veinte minutos, hasta que se cansó y decidió volver a su lugar, pero fue cuando se dió cuenta que el show de las chicas había terminado, y se sintió mal por no haberlas visto, pero la noche seguiría y habrían más shows, además de que ya había visto la coreografía un millón de veces -al verlos practicar casi todos los días desde sus estancia en ese pueblo-  después de haber paseado por casi toda la plaza, se sentó en las escaleras de una tienda, la cual reconoció de inmediato y no tardó en volverse a levantar.

Era la tienda de la mamá de HyunA. Y para ser sinceros no quería otra gran charla con ella de una hora, a veces era un poco tedioso. Pero cuando iba a irse de ahí, escucho el grito de la progenitora de HyunA.

—¡hyungwon! ¿Qué haces ahí parado? Ayúdame con las cervezas.

Cuando gire para ver a aquel hombre (pues jamás había escuchado un nombre así en el pueblo) lo ví.

Ahí estaba, mirándome con un pequeño sonrojo en sus mejillas y las manos en sus bolsillos.

Lo que decía Lay era cierto, tenía el mismo collar que yo, iba a decircelo pero otro grito se escucho. La mamá de HyunA volvía a aparecer aún más enfadada que antes pero al verme se calmó.

—¡H-hoseok!— llamó— Me alegra que estás aquí. Ven, toma asiento, ¿buscas a HyunA?— dijo todo esto en una velocidad que estuve a punto de no entenderle.

El apartó su mirada de mí e inmediatamente empecé a odiar aquella interrupción por parte de la mamá de HyunA.

—No, señora, sé que está con las chicas, deben estar agotadas después de todo— dije con amabilidad sin mirarle y buscando a aquel chico que ya se había ido a atender otros clientes.

—¡Oh vamos chico! ¿Cuántas veces te he dicho que no me llames señora? ¡Venga! Con confianza, dime Nani.

—Perdone, Se- Nani— reí nervioso— Y... Dígame, ¿Ese camarero es nuevo, no? Nunca lo había visto por aquí, no antes de irme.

—Eh, debes hablar de Hyungwon. Sí, él es nuevo, lleva unos días aquí. Es un poco torpe.

Le sonreí mientras asentía y llamaba al tal Hyungwon, quién al ver que lo hacía no dudo ni un segundo en venir y pedir mi orden.

—Un...— Iba a pedir lo de siempre, pero al mirarlo no pude evitar quedarme embobado por sus ojos. Aunque no desprendiera aquellos brillos que desprendió en el escenario, lo pude ver en sus ojos cafés. Pero supe controlarme y estabilizar mi mente— Quiero un zumo de naranja, y acostumbrate que siempre lo pediré al pasar por aquí— le dije  y a continuación le había guiñado el ojo, por mera inercia. Él se sonrojo y me sonrió, era... Lindo.

—B-bueno, Hyungwon creo te estás tardando ¿No?— reprochó Nani. Hyungwon despertó y por primera vez pude escuchar su voz.

—Perdone, Señora Lee— Él corrio hacia la cocina para hacer mi pedido. Ese chico... Era realmente interesante.










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Capítulo corto, perdonen la demora, jaja.

Fuerza, Monbebe. 💞

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⏰ Última actualización: Nov 16, 2019 ⏰

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quartz of love ; 2won.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora