Vínculo rosa

Vínculo rosa / Capítulo 2

Su maestra sonrió con satisfacción ─ Bien, ha llegado el momento ─ Dijo y observó al joven ─ ¡Vaya! Es buen mozo, nada mal Sakura, nada mal.

─ ¿Qué sucede Tsunade-sama? ─ Preguntó Anko.

─ Nada, que ahora deberemos preparar una gran celebración.

─ ¿Qué? ─ Gritó, sabiendo bien a que se refería la Sannin ─ He fallado en cuidar a la princesa ─ con voz lamentosa.

Tsunade sonrió ─ Al contrario, la has cuidado perfectamente para este momento, es parte del destino como heredera de los Haruno, no lo hubieras podido evitar ─ siguió sonriendo.

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Después de unos meses...

Una joven entró a la vieja taberna del pueblo, ya que todos los indicios decían que él estaba alojando ahí; no obstante ella no debería de estarlo, pero tenía que corroborar la información por la que había pagado, así que escondió su aspecto con una gruesa capa negra, la cual evita que su rostro y cuerpo fueran visibles a las miradas de los curiosos, tanto que con esa vestimenta daba la apariencia de una persona enclenque.

Dio unos pasos con sigilo, observando a su alrededor sin poder encontrarlo con la mirada, la taberna estaba sucia y se podría apreciar el olor de moho, vómito y otras cosas más que definitivamente no quería determinar; solo que él estaba ahí, respiró hondo y se adentró a ese lugar de mala muerte.

El lugar estaba repleto de gente bebiendo, además era poca la iluminación, camino lento y con suma gracia pudo esquivar todo lo que se le atravesaba, ya que aunque pidiera educadamente el paso, nadie prestaba atención a su amable solicitud; y a unos cuantos pasos estaba su meta, la barra de la taberna.

─ ¡Al fin! ─ Dijo triunfante al tipo que estaba sirviendo los tragos, cuando sus palmas tocaron la barra.

Éste la miró con mala cara, sin tomar en cuenta lo que ella había dicho ─ ¿Quieres algo de beber?

─ Yo... no, digo, yo... yo quiero... nada, gracias ─ Otra vez el hombre le lanzó una mirada de fastidio, la cual la hizo cambiar de opinión ─ Pero pensándolo bien, un té sería agradable, caballero.

─ ¿Té? ─ Cuestionó con su mirada de fastidió y su molestia fue palpable por lo que ella lo entendió.

─ ¿Dije té?, no, no ─ con una risa nerviosa ─ quiero sake ─ con voz firme.

El hombre alzó la ceja y confirmó ─ Enseguida.

Así, mientras el hombre servía la bebida le dijo ─ Busco a un hombre ─ el cantinero pareció no prestar atención pero prosiguió ─ El hombre que busco es como de un metro ochenta, tez blanca, cabello negro y ojos negros también.

─ ¿No tienes algún dato más? Estás describiendo a la mitad de los malvivientes de este lugar ─ Dejando su bebida frente a ella ─ Algún dato adicional, por ejemplo, ¿su nombre? ─ Con tono sarcástico sugirió.

─ Sí, claro, se llama Sasuke Uchiha.

─ ¿Sasuke Uchiha? ─ Preguntó con temor ─ No deberías de preguntar por él ─ bajando el volumen de su voz.

─ ¿Por qué? ─ No entendiendo sus palabras.

La sorpresa del cantinero fue mayúscula ─ Porque es un Uchiha y no cualquier Uchiha.

La pelirrosa sabía de la reputación del salvajismo que caracterizaba a los Uchiha pero no era para tanto, ¿o sí? Además él no era así, eso le constaba.