Capítulo VI

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Habían pasado todo el día gastando sus ojos en Netflix y discutiendo de vez en cuando debido a las fuertes lluvias. Era de madrugada cuando todos estaban dormidos en la sala, con una película de terror reproduciéndose en el televisor.

El Salvador estaba estirado en suelo, con una manta en su estómago, España sentado de manera rara en un sillón de uno mientras sus gafas descansaban en su pecho. Argentina estaba con la cabeza colgando, y babeaba el estómago de Chile que usaba de almohada los pies de México quién dormía sentado con la cabeza hacía atrás y usaba de asiento el trasero de Estados Unidos que dormía colgando del brazo del sofá.

Todo estaba calmado, hasta que un escalofrío despertó a Salvador; frunció el ceño, hace aproximadamente unos 18 años que no sentía eso...

Abrió los ojos cuando cayó en cuenta de que significaba aquello.

Por estar en el suelo percibió un leve movimiento, que se fue haciendo más fuerte.

—Ah, verga — susurró levantándose — ¡DESPIERTEN, BICHOS O SE MUEREN! — gritó con la mayor potencia que pudo.

—Joder, 5 minutos más.

— Pensé que te ibas Pombéro del orto, déjame d-dormir que. . . .

—ESTÁ TEMBLANDO, CEROTES. — gritó, asustado pues hace mucho que no había un terremoto en su región.

—¿Uh? —Chile recién despertaba.

—MUESTREN ACCIÓN, ANIMALES — jaló del brazo a Estados Unidos que lentamente se levantaba, luego jaló la pierna del argentino y la del chileno — Chile me contagió.

—¿Salva, qué pasa?

—No es verdad. Ahora. Cálmense y salgan poco a poco —Habló Chile.

—Lo que dijo Chile — soltó a ambos países y siguió las instrucciones dadas, con la cabeza gacha.

—Pero que mala suerte chavon, para eso nos quedábamos en lo de Chile. — Se levantó adolorido el de celeste imitando lo que dijeron los presentes.

—Joder...— Se levantó siguiendo a los demás.

México apenas se estaba levantando, no había notado en nada todo lo que ocurría.

—¿Qué ocurre?, ¿ya está el almuerzo? — preguntó, siguiendo a los demás.

El salvadoreño los miró, se notaba que no estaba en su mejor momento, en realidad se miraba como si estuviera a punto de correr con pánico; es cierto que estaba acostumbrado a los temblores, no por nada era llamado "valle de las hamacas" pero hacía mucho que no tenía de aquellos desastres y había perdido la calma tal vez demasiado.

Chile miró al pequeño país. Estaba vuelto loco.

—Quédate quieto y respira —habló tomándolo de los hombros e intentando calmarle.

—P-pero, pudo pasarles algo — tomó una respiración profunda, sin embargo, seguía agitado. No podía creer que aquello le pasara justo cuando tenía visitas.

—¿Qué cosa, Salva?

—¡Pudieron salir heridos por el puto terremoto y yo no hice nada!

—¡Calmate pelotudo!. . ¡Reacciona!. .

—Tranquilo. Sólo debes estar en calma. Estos sucesos pasan segundo pero no lo sienten —Chile intentaba hacer que todos se calmaran.

—Soy el valle de las hamacas, creo que tuvieron que pensarlo dos veces al venir aquí — río histérico — con razón estoy tan olvidado.

¡Exijo inclusión! ෴ Country Humans [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora