[Choice]-|ChuuZai/OdaZai|

1.

Dazai tenía la vida que quería.

Bueno, la vida que todos querían.

Un rostro hermoso y coqueto, un trabajo muy fácil y bien pagado y más que nada, un novio perfecto.

Dazai era gay, sí, pero nadie lo sospechaba ni sabía, salvo su pupilo y un conocido suyo y por supuesto, su novio.

Sakunosuke Oda era un ángel para Dazai, el mayor por unos cinco años tenía un rostro sereno, masculino y dulce (para Dazai porque su eterna expresión de pócker face no se la quita nadie a excepción de Dazai y cuando están a solas).

El castaño no podía estar más satisfecho con su vida, amaba a su pareja, quien además de ser romántico, era un Dios en la cama.

-Ah!- gimió sintiendo una suave embestida profunda seguida de otras que lo hicieron jadear mientras se aferraba a las sábanas con ambas manos- ¡AH! ¡Más rápido...por favor!- suplicó sintiendo que su novio lo trataba delicadamente durante el coito, no quería que el pelirrojo lo tratara delicadamente, lo quería duro y sin piedad, aunque a veces le gustara una larga sesión de sexo vainilla.

A Sakunosuke le sucedía lo contrario, él deseaba llevar un aire más romántico durante el sexo. Él deseaba hacerle el amor al castaño, de manera que lo llevara a las estrellas sin la necesidad de usar demasiada lujuria en cada encuentro.

A pesar de que ambos pensaran diferente, se amaban sinceramente y nadie iba a arruinar eso...

Puede que Dazai quizás estuvo a punto de joderla a veces, pero Oda era tan amable que nunca lo regañó, al contrario, se sentía bien con las acciones infantiles del ex-suicida.

Osamu había intentado suicidarse más veces de las que puede contarse con los dedos de la mano, pero su ángel "Odasaku" había llegado en el momento justo para salvarlo del abismo en el que había caído, llenándolo de amor y mimos, cosas que casi nunca había experimentado antes.

Si comparáramos al Dazai de hace 4 años con el de ahora, no los reconocerías como la misma persona. Sakunosuke había "revivido" a Dazai por así decirlo.

Y Dazai lo amaba por eso, porque gracias a él había aprendido el verdadero significado de vivir, porque gracias a él había empezado a sentirse como un ser humano digno de un poco de felicidad.

Estaba feliz con su vida actual...

-Oh Dios mío!- gritó con una sonrisa satisfecha y exaltada al sentir como su pareja empezaba a ser más brusco, y esto, debido a que el pelirrojo estaba a un paso de llegar al orgasmo.

Sakunosuke lo disfrutaba, no lo negaría, pero diablos...

Dazai era un obseso del sexo.

-Sobre...Sobre la mesa...Cógeme sobre...la mesa- lo pedía como al mayor le gustaba, con los ojas llenos de pasión, ternura y lujuria.