[Choice]-|ChuuZai/OdaZai|

3.Consciente

Pasó mucho tiempo, ahora podré actualizar lo que tengo pendiente, esta nena regresó 🥰🥰💅🏻
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Un puñetazo resonó en el salón, Chuuya se veía realmente furioso, lo que más le fastidiaba...era ese imbécil que había tomado su puñetazo como una caricia, pues sonreía como desquiciado en el piso.

Quería golpearlo más...lo tomó de la chamarra y el placer drenó sus venas como veneno, ese sujeto odioso había soltado un jadeo al tacto con los dientes presionados fuertemente en su cuello.

Ese sujeto no tenía rostro, pero sí un buen cuerpo, del gusto de Chuuya, pálido y levemente marcado, con leves cicatrices, una buena cintura y unas anchas caderas, fáciles de tomar, fáciles de marcar...

Su cuello con marca de la mordida podría ser tapada con las vendas que solía ponerse, pero las vendas no lo salvaban del dolor.

Con fuerza abrió su chamarra y camisa, unos botones saltaron, hundió su cabeza en ese vientre, inhalando con hambre animal su piel y empezando a lamer y morder cuanto pudiera, casi jadeando como si bebiera agua.

-Eres mío...todo mío, Dazai- gimió casi llegando a gruñir, bajando la bragueta del pantalón contrario, ahora podía ver su rostro, sus ojos llenos de malicia, su sonrisa pícara, está bien, en la secundaria era un monstruo lleno de ira, le valía una mierda que el mundo le dijera aquello o pensaran mal de él.

Estaba bien para ambos, odiándose a morir en plena luz del día y follando salvajemente en secreto.

Ese era su oscuro paraíso y aquello que lo hacía tan emocionante era tener que esconderlo, un error, un paso en falso y su teatro se caería, Dazai venía de una familia de artistas, Chuuya era un simple gamberro, así que su reputación le valía un carajo.

Aunque Chuuya había iniciado todo...Dazai tenía la culpa, sí, él tenía la culpa de embarrarlo en ese juego, él tenía la culpa de dejarse follar, él decía que no repetidas veces, mientras sonreía y gemía como perra en celo suplicando después que lo llenara de su semen hasta que se hartara de él.

Como ahora...

-Ahh! Ay! Ay! mmm! Guhhh!- para no estar en un lugar cómodo y no ser tan atlético, Dazai resistía tan bien estando en esa mesita de estudiante. Chuuya estaba agarrando sus caderas para evitar que se cayera y aferrarlo más a su polla, el interior de Osamu se había puesto tan suave y húmedo, su miembro palpitaba en cada embestida.

El castaño le había abierto las piernas por voluntad propia, estaba resistiendo el gritar de placer solo para no ser descubiertos y también porque sentía que aquello lo excitaba y ponía sus paredes internas tan apretadas que a Chuuya le hacía tan difícil resistirse el romperlo.