Capítulo 4: NO QUIERO TÚ AMISTAD

1.1K 139 36
                                    

No empezaré con "querido diario" ésta vez –aunque realmente no recuerdo haber usado esa frase antes–, cómo sea, odio ésta realidad. No sé qué habré hecho para merecer éste infierno pero debió ser realmente malo para que mi castigo sea de ésta magnitud.

Desperté en el hospital hace tres semanas. Mi último recuerdo antes de eso es con mi esposo, en la recepción del salón el día de nuestra boda. Una viga se desprendió del techo entonces, poco después de alzar las copas y brindar por muchos años juntos. El pesado objeto cayó fuerte sobre mí, golpeando mi cabeza, luego todo oscureció.

Ahora estoy en mi supuesto departamento. Vivo sólo para mí sorpresa. Mi familia, por otra parte, está dispersa en diferentes naciones y en vez de economista, al parecer, soy actor y cantante. Todo eso ya era malo, muy malo en realidad, pero nada era peor que tener de amigo a la persona que amo.

En éste mundo, Singto no es mi esposo. Es "casi un hermano", como él mismo me llamó.

Es una pesadilla. Lo veo y no puedo mantener mis manos lejos de él. Siento que podría cometer una locura cuando él está distraído y cerca de mí. Quiero tocarlo, abrazarlo, hacerle tantas cosas que podría ir preso de solo intentarlo, por eso nuestros "representantes" decidieron mantenerme alejado hasta que "me mejore". Los doctores creen que el golpe me ha afectado tanto que tengo extraños delirios donde Singto es mi esposo. Pero no estoy delirando, sé quién soy, sé quién es él.

Me enloquece pensar que está a kilómetros de mí, relajado en su departamento y yo no estoy allí. Qué tal vez está con alguien más mientras yo no puedo sacarlo de mi cabeza. Quiero tenerlo en mis brazos en éste preciso instante, no soporto más tanta distancia. Tengo que volver a sentir su cuerpo debajo de mí mientras me embriago con su aroma, sólo eso calmará mi ansiedad.

Mi mente se inunda de recuerdos vívidos. Singto siempre fue un novio complaciente, pero nuestra relación atravesó momentos demasiados difíciles para lograr establecernos como pareja. Llevarlo al altar fue todo un reto y ahora es libre otra vez. Era mío, todo mío y gracias a ése estúpido accidente, lo volví a perder.

Singto... Él ya no es igual al que recuerdo. Se parece mucho, pero no es el mismo. Éste Singto tiene una personalidad más fuerte, es independiente y solitario. No le teme a nada. Él que parece ser temeroso de todo lo que lo rodea soy yo. En ésta realidad aparentemente le tengo terror a cualquier clase de insecto que se me aproximé, según me informaron.

Mi cuerpo tampoco es el mismo, me observo al espejo y no es mi reflejo exacto lo que veo. Yo era más musculado en mi realidad. Tenía casi una obsesión con el gimnasio y la comida sana, algo que evidentemente no comparto con éste Krist. Todo es desconocido para mi.

Apenas me dieron el alta del hospital hace dos días y desde entonces hago ejercicio sin parar, pues mi cuerpo luce flácido y eso no me gusta en absoluto. Además el ejercicio me ayudaba a liberar tensiones, sobre todo cuando no puedo detener el recurrente pensamiento de mi esposo con alguien más.

Singto es mi obsesión. Sólo pude quitarme el temor de perderlo cuando él me dio el sí. Era algo que anhelaba desde lo más profundo de mi ser y fue mágico oírlo decir que estaría encantado de casarse conmigo. En ésta realidad, sin embargo, ni siquiera es legal el matrimonio entre dos personas del mismo género. Odio ésta versión repulsiva de mi vida.

♣•♣•♣•♣•♣

Escucho suaves golpeteos en la puerta de mi departamento. Estoy a unos pasos de la entrada, tirado en el sillón con la mirada perdida en el televisor sin encender y muy dispuesto a dejar que la persona del otro lado se canse y se vaya. Es casi con seguridad mi "mánager" otra vez preocupada porque no atiendo sus llamadas. Me tiene cansado con tanto ajetreo. El Krist que ocupaba mi lugar habrá estado al borde del suicidio o al menos yo lo estoy. Quiero mi vida, la quiero de vuelta o prometo que me lanzaré por un precipicio.

Mundos paralelosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora