Oh Peter

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La carta de la tía May estaba llena de faltas de ortografía y pequeños dibujos, Peter leía aquellas curvas palabras desde la serenidad de su cuarto, prefería la soledad en ese tipo de situaciones más personales. Peter era un chico reservado y muy tímido para su gusto, compartir cuarto tenía sus desventajas, la falta de privacidad. Siempre leía y hacía esas cosas cuando sus compañeros de habitación se encontraban fuera, hablando de si Star wars era mucho mejor que toda la saga del Hobbit, que bueno era tener amigos con familias muggles que compartieran sus mismos gustos, enserio que lo agradecía y les tenía la suficiente confianza pero definitivamente, leer las cursis cartas de su tía o tocarse porque su cuerpo tarde o temprano se lo pedía era imposible hacerlo con sus amigos cerca, una vez Peter escuchó a Ethan soltando suspiros amargos en medio de la madrugada, después de eso no pudo verlo a los ojos como por cinco días.

Así de recatado era el señorito Parker.

Si a Peter le preguntaran las veces en las que lloró de felicidad diría: Su primer premio de ciencias, su primera vez en Hogwarts y por último, la ocasión en la que el mismísimo Anthony Stark le dijo que su proyecto de Runas Antiguas era muy interesante, esa vez lloró en privado claro está.  Aquel Slytherin era su ídolo, lo admiraba desde el primer discurso que escuchó salir de sus labios. 

Es genial, pensó, tan genial..

Era interesante ver a alguien tan sangre pura como Stark, elegante hasta para insultar a algún Gryffindor, en especial a ese prefecto Rogers, inteligente y un genio para cualquier cosa mágica, era como si fluyera en sus venas, verlo hacer magia era hipnotizante, asombroso.

Peter recién estaba en cuarto año, tenía mucho por aprender todavía, Stark era completamente inalcanzable, estaba en otro nivel, pero aún con todo en su contra por el hecho de ser un mago nacido de muggles en su mente se vizualizaba el día en el que pueda hablar con el señorito Stark de a iguales. Con el mismo respeto y admiración.

Algún día, se repetía mentalmente con una sonrisa bobalicona, sin mostrar los dientes.

-Peter, dicen que va a salir nuevo
merchandising exclusivo de Star Treck-  Ned se veía algo aburrido, hasta desinteresado, tal vez un poco harto de que Peter no esté prestándole atención por pensar en quién sabe qué mientras sonreía como tarugo-

-Em, sí..,  de los cómics o de la serie del sesenta y seis?

-Creo que de las nuevas películas.

-Hola chicos, ¿Ya tienen pareja para el baile? -Ned soltó un gritito reprimido y Peter enmudeció, preguntándose desde hace cuánto Michelle estaba ahí.

-Hola Michelle qué cuentas- Peter le dedicó un pequeño saludo que la chica replicó de igual forma, manteniendo aún su típico inexpresivo rostro.

-Ya sabes con quién ir al baile Peter?- El castaño hizo una mueca desgastada, le aterraba la idea de pedir citas y que estas se negaran, como ya mencionamos antes, Peter era muy tímido, No quiero ir, no me gustan los bailes, respondió con dejadez, la chica lo miró con molestia.

-Eso no fue lo que te pregunté.

-Por favor Michelle no nos molestes más, es obvio que no tenemos pareja aún, crees que alguien quisiera salir con nosotros -dramatizó Ned- somos unos nerds y además de eso mestizos. La chica vació la mirada y Peter solo suspiró, Él ni a eso llegaba, era cierto aunque le doliera, tendría que mentirle como todos los años a su pobre tía May de que tanto se divirtió en la fiesta.

-Y si vamos entre nosotros?

Los chicos la miraron fijamente, Peter no lo había visto de esa forma, Ned soltó un chillido. Claro, cómo no se me había ocurrido antes, vociferó con alegría, y los otros dos lo miraron con confusión.

-Peter! Transformate en chica y se mi pareja de baile!

Peter y Michelle quedaron helados.

-Eso no es a lo que yo me refe--  - "Transformarse sin un permiso del ministerio es ilegal Ned, además, todavía no domino muy bien Transfiguración"  murmuró Peter con un tono que la morena  distinguió como molestia y decepción, como si creyera que una idea maravillosa acababa de ser desperdiciada por culpa del ministerio y la falta de conocimiento de un joven de 14 años.

Michelle terminó rindiendose, A la mierda, pensó.

Se dio media vuelta con la intención de irse, pero al hacerlo chocó con un individuo y por el perfume pudo reconocer al instante de quién se trataba.

-¿Apurada linda?- sonrió -Iba a decir pequeña pera la verdad es que eres muy alta para tu edad.

Michelle quería desaparecer

-Señorito Stark!- gritó Peter, como una adolescente en celo.

-No- cortó Tony -me digas Señorito, Peter -empezó a acercarse a ellos mientras se despedía de su grupo de Slytherins que desprendían olor a sangre pura con cada movimiento que hacían -Ya habíamos hablado de eso, ¿no?- La chica arrugó la nariz.

Peter asintió rápidamente con la cabeza y tartamudeando murmuró un vago, Perdón.

Sus mejillas se enrojecian y Michelle solo podía pensar en lo gay que podía verse un fanboy, ahora sí que tenía ganas de irse.

-¿Y de que platicaban tan bulliciosamente?- murmuró Stark con gracia

Bingo, pensó la Hufflepuf.

-Quieren transformarse en mujeres ya que no tienen con quién ir al baile de Halloween-  Peter quedó petrificado y miró a Tony con unos ojos que decían Lo puedo explicar pero no puedo, mientras que Ned miraba a Michelle con reproche.

-Adiós, los veo en el comedor chicos- la joven se arreglo su incorregible cabello y se fue casi corriendo por los pasillos.

-Señor Stark no es lo que usted piensa.

-Señor suena mejor que señorito así que escucharé lo que tienes que decirme -replicó con ese toque sarcástico tan característico de él.

Peter ya estaba organizando todas las palabras de excusa que le inventaria a aquel hipnotizante ser, decepcionarlo era algo que odiaría hacer pero, al parecer Peter todavía no había terminado de conocer a Stark del todo ya que, muy por el contrario, el joven Slytherin soltó una de esas sonrisas coquetas y chispeantes que hacían que a Parker y a casi toda la jodida escuela se le erizaran los vellos.

-Yo puedo ayudarte en transformaciones- murmuró con voz baja pero estimulante  -si resultas ser una chica linda hasta podría invitarte a bailar.

Peter contuvo un suspiro, fue algo inevitable, como mencionamos antes, él era un chico muy recatado.


















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