Una princesa ordena... [Peter x Harley]

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Aquella mañana Harley había llevado a Morgan de compras, él rubio no se pudo negar cuando Tony se lo pidió y lo soborno con una tarjeta espacial que le permitía comprar en casi cualquier tienda sin límite alguno.

Estaba más que claro que a Tony le urgía un tiempo a solas con Pepper.

Y Harley como el niño (ahora adolescente) bueno que era no puedo negarselo ni negar la tarjeta.

Mas no espero que fuera Morgan quien guiará el paseo, llegando a montones de tiendas para niñas. Él rubio ya cargaba con dos bolsas de ropa y extrañamente una caja de herramientas color rosa.

Cuando a ambos les dió hambre, Morgan eligió ir a un restaurante que tenía área de juegos, a Harley le brillaron los ojos, pero optó por quedarse en la mesa y comer pizza.

Su celular comenzó a sonar, hecho una última mirada a Morgan quien estaba aplastando a un grupo de niños en un juego de peleas, y salió del restaurante para contestar. Antes de poder hacerlo un hombre lo empujó después de tomar su celular y salir corriendo.

— ¡Mierda! — Miro a Morgan mientras se levantaba del suelo, la niña le sonrió y con eso le confirmo que no se preocupara y que fuera por su celular en lo que ella seguía aplastando a los niños en los videojuegos.

Harley corrió tras aquel hombre, nadie sería tan estúpido de robarse a la hija de Iron Man de todos modos, pero él sí era estúpido y se dejaba robar.

Conocer a Iron Man no era garantía de seguridad.

Así llegó a un callejón donde vio al hombre entrar, este lo recibió con un golpe en la mejilla que a Harley le costó regresar.

— ¡Piérdete, mocoso! — Harley no era bueno peleando, si hubiera tenido tan solo una herramienta de su laboratorio hubiera podido ganar, pero no tenía nada.

Entre los golpes que recibía su cartera cayó y el hombre no dudó en recogerla de inmediato para checar si tenía dinero.

El rubio no podía levantarse sin volver a caer, optó por mantenerse en el suelo mientras un hilo de sangre le salía del labio. Demasiado patético para su gusto.

— ¿Eres un hijo de papi? — Se burló el ladrón cuando vio la tarjeta que Tony le había dado.

— ¡Vete al carajo, dame eso! — Grito furioso causando que una patada le diera directo en la cara.

¿Dónde estaba un héroe cuando se necesitaba?

— Lo siento, tu cara se atravesó en el camino de mi pie, hasta la vista, niño bonito. — El hombre sonrió, le arrojó su billetera ahora libre de dinero y se dió la vuelta para comenzar a caminar tranquilamente.

Harley respiro pesadamente, cerro los ojos para intentar tranquilizarse y pensar claramente. Cuando por fin logró ingenear un plan para recuperar su tarjeta el mismo hombre volvió, pero no de la manera esperada o normal.

El señor colgaba de una telaraña justo frente a él, ambos gritaron asustados, Harley volvió a caer al suelo y el señor solo atinaba a retorcerse intentando escapar de aquel nido.

Se levantó lentamente, pudo atinar de quién se trataba con solo ver las telarañas, no era su superhéroe favorito, pero tampoco le desagradaba.

— Supongo que esto es tuyo. — Una voz tras él le llamo la atención. El mismo e increíble hombre araña colgaba de cabeza frente a él, con una mano se agarraba de su telaraña mientras con la otra le tendía su tarjeta. — No es algo fácil de conseguir, ¿Quién te la dió?

Harley la tomó y sonrió de lado.

— ¿Me creerías si te dijera que me la dió el mismo Tony Stark? — Soltó con burla, frente a él, el chico enmascarado se sorprendió, pero no dijo nada. — ¿Y se supone que aquí es cuando te beso como agradecimiento?

Aquello tomó desprevenido a Peter, que, bajo la máscara se sonrojo y por la doble sorpresa su telaraña se rompió y cayó patéticamente al suelo.

Harley hizo una mueca al escuchar el golpe, pero no por eso no se rió.

— Solo bromeaba. — Dijo entre risas — Gracias.

Fue turno de Harley de dar la vuelta y salir tranquilamente del callejón dejando a Peter sentado en el suelo y un ladrón observando la escena.

— Pero que maricas. — El señor no pudo decir más pues Peter le había arrojado telaraña en la boca para callarlo.