Capítulo 7

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Narra Celestia

La semana volvió a empezar, la emoción por ir a la escuela empezó a disminuir, ya que lo empecé a ver como algo normal.

Seguía pensando en lo que pasó el sábado, cuando le pregunté a Daniela porqué no sonreía y, como supuse, había algo que no la dejaba sonreír. Probablemente algo de su pasado. Quería volverme más cercana a ella para que me contara y poder ayudarla, y me propongo a cumplirlo.

Llegué a la escuela y me dirigí a mi salón. La maestra llegó muy puntual y dio un aviso importante.

Maestra: Niños, escuchen con atención. Dentro de 2 semanas empiezan los exámenes del primer bloque, así que váyanse preparando.

Todos nos quedamos en shock al escuchar eso... ¡No me siento lista para eso! Empecé a respirar profundamente para tranquilizarme, y pensé hablar con Raúl en el recreo.

Creo que pensar mucho en Daniela hizo que no prestara mucha atención en clase, así que a partir de ahora me concentraré en clase y pensaré en Daniela en mi tiempo libre, así seré buena estudiante y amiga a la vez.

Tocaron el timbre y enseguida fui tras Raúl para que platicáramos. Lo tomé de la mano y lo llevé a las mesas para hablar.

Raúl: ¿Qué pasa?

Celestia: Tengo mucho miedo, pronto serán los exámenes y no sé muy bien lo que vendrá. No presté mucha atención en clase y necesito que me expliques TODOS los temas, por favor por favor por favoooor.

Creo que hice mal en hablar tan rápido, ya que Raúl se quedó perplejo tratando de analizar todo lo que le dije. Segundos después asintió y me dijo que practicaba fútbol en las tardes, así que me explicaría los temas en los recreos. Asentí agradecida y lo abracé. Platicamos un rato más hasta que la hora del recreo acabó y volvimos al salón.

Presté mucha atención en las clases, tomando nota de todo y escribiendo todo lo que la maestra dictaba. Dijo que el miércoles, jueves y viernes haríamos repaso, así que me sentí un poco aliviada.

Poco después tocaron el timbre, indicando la hora de la salida. Agarré mi mochila y me fui junto a Raúl para esperar a nuestros papás. Ahora que lo pienso... ¡No vi a Daniela en todo el día! Ahora me siento un poco mal, ¿Será que piensa que ya no la quiero? Ay no... Necesito verla y explicarle todo antes de que sea tarde.

Me despedí de Raúl y le dije que buscaría a mi amiga, él asintió y se fue a sentar. Busqué a Daniela entre la multitud de niños que había, hasta que por fin la vi. Empecé a gritarle y a sacudir la mano para que me viera; afortunadamente me vio y caminó hacia mí.

Celestia: ¡Dani! Qué bueno que te veo. Lamento no haberte buscado en el recreo pero, como ya sabes, los exámenes empiezan en 2 semanas y necesito estudiar mucho porque...

Daniela: Tranquila.

Celestia: ¿Eh?

Daniela: Entiendo, tenemos que concentrarnos para sacar buenas calificaciones. Tal vez podamos hablar más después de los exámenes.

Celestia: Oh...

Daniela: Ya me voy, mi abuela me espera. Nos vemos.

Ella se despidió con la mano y siguió caminando. Por alguna extraña razón, no me salieron palabras, no le pude decir "Adiós" ni nada. ¿En serio se tomó tan bien lo de los exámenes? Espero que si... Aunque eso significa que no podremos hablarnos por tres semanas y media para poder concentrarnos. Estoy un poco triste aunque será temporal y no tengo porqué preocuparme tanto. Después de todo, ella lo entiende...

Mi mamá llegó por mí y corrí hacia el coche para subirme. Le conté a mi mamá sobre los exámenes y me dijo que le echara ganas, y es lo que planeo hacer.

Llegando a la casa, Ame me vio por la ventana y empezó a ladrar y a saltar; al abrir la puerta me agaché para abrazarlo. Cerré la puerta y llevé mi mochila al cuarto, bajé para comer y luego regresé al cuarto para empezar a estudiar los temas que vimos hoy.

Era un poco difícil concentrarse mientras pensaba en lo que pasó en la salida... Sólo espero que Daniela no esté enojada conmigo.

Narra Daniela

Llegué a mi casa, mi abuela estaba viendo en la tele ese típico canal donde sólo pasan comerciales para que la gente compre productos.

Daniela: Ya llegué, abuela.

Abuela: ¡Qué bueno! Hoy hice spaghetti, espero que te guste.

Daniela: Siempre, abuela -dije mientras cerraba la puerta-.

Nos sentamos a comer y, como siempre, mi abuela contaba leyendas para entretenernos. Comí lo más rápido posible para ir a mi cuarto y estudiar un poco. Recogí los platos, los lavé y mi abuela se dirigió al mueble para seguir viendo los comerciales.

Abuela: Mira, Dani, ese sofá que se convierte en cama y da masajes se ve muy atractivo.

Daniela: Jm, si abuela.

Traté de ser simpática con el tema del sofá, tal vez pueda ahorrar lo suficiente para comprarle uno así.

Me dirigí al cuarto y me puse a estudiar, aunque por un momento me detuve para pensar en lo que le dije a Celestia... ¿Será que se lo tomó mal? No quiero que piense que no quiero hablar con ella, sólo pienso que para ambas sería bueno concentrarse en los estudios en este periodo de exámenes. Mañana hablaré con ella para aclarárselo.

Me la pasé leyendo los temas, analizando y comprendiendo... De la nada, me acordé de mi abuelo (de parte de mi papá). Ese señor nunca me quiso, siempre me echó la culpa por lo que le pasó a mis padres...

FLASHBACK

Abuelo: ¡Por culpa de esa mocosa, mi hijo perdió al amor de su vida!

Abuela: ¡Cállate, anciano! La niña no tiene la culpa de nada.

Daniela: Mamá... -llorando-.

Abuelo: ¡Cállate, mocosa! Te mandaré a un orfanato!

Abuela: La niña se quedará conmigo, ¿Entiendes? No se irá a ningún orfanato.

Abuelo: Jm, con tal de que no la vuelva a ver, está bien.

FIN DEL FLASHBACK

Eso ocurrió cuando tenía aproximadamente 4 años... Lágrimas empezaron a salir al recordar ese momento, cerré un momento mi libro para ir al baño a lavarme la cara. Mi abuela tocó la puerta y yo la abrí lentamente.

Abuela: Cariño, ¿Estás bien?

Daniela: M-Mamá... Papá...

Nuevamente las lágrimas empezaron a cubrir mi rostro, mi abuela me abrazó lo más fuerte que pudo; me acarició la cabeza y me dijo dulcemente.

Abuela: Dani, te prometo que algún día recordarás a tus padres de forma feliz, sin derramar lágrimas. Sé que alguien te ayudará seguir adelante y estará contigo en todo momento... Incluso cuando yo ya no esté aquí.

¿Estás Feliz Ahora?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora