Humano (Detenida)

Egoísta

No podía creer lo que veía.
Todo...
Destruido, ruinas, nada mas que restos de casas y edificios por donde mirará.
"No...no puede ser"
Mi respiración se entrecortada ante tal horror, la lluvia y cielo gris acompañaban perfectamente ese terrible escenario, nada era como lo imaginaba, era completamente opuesto, era horrible, no solo eso sino todo lo que pasaba, no tenía suficiente con haber asesinado a dos personas y tener que cargar con la culpa, tampoco con estar abandonado en un lugar desconocido sin casi ninguna pertenencia y lo que tenia tampoco era mio, y ni siquiera perder mi memoria y estar al borde del colapso a cada paso que daba era suficiente, sino que también me encontraba entre las ruinas de lo que creía que había sido una gran ciudad, aunque mas bien parecía que era el fin del mundo.
De nuevo caí al suelo y brotaron las lágrimas, pero esta vez no era sólo tristeza, era rabia, estaba furioso, enfadado con todo a mi alrededor.
"Porque a mi" fueron las únicas palabras que salieron de mi boca, mientras golpeaba una y otra vez el viejo y frío suelo de cemento agrietado, mientras la ira se apoderaba mas y mas de mi.
Luego de lo que pareció ser una eternidad me había detenido, para darme cuenta del pequeño hueco que había en el suelo, y también de las heridas que tenia en mis manos, estaban temblando, cubiertas de sangre y me dolían como jamas había experimentado.
Tras sentir eso vino a mi mente una imagen, había un niño llorando, tirado en el suelo con la rodilla lastimada, y sangrando, tal como apareció se fue de repente.
"Era yo?"
Eso solo había conseguido enfurecerme aun mas, estaba harto, habían pasado apenas unas horas desde que me había despertado y todo lo que me había ocurrido era un desastre tras otro, no sabia que fue de mi vida antes de todo esto, pero estaba seguro que debía ser una autentica basura para terminar donde estaba en ese momento, en el suelo, con las manos destrozadas, lleno de frustración, y mi mente en el limite, todo estaba mal, y no podía ser peor.

"Que tonto fui por pensar eso, las cosas siempre pueden ser peor, solo hacia falta esperar por eso"

Lo único bueno era que tenia a alguien que me acompaña, pero no había notado la expresión en su rostro, estaba recostada a unos centímetros mirándome fijamente con una expresión de tristeza y soltando pequeños llantos apenas perceptibles, parecía que quería ocultarlo, esto hizo que me sintiera muy triste y además de eso culpable, pero también seguía enfadado, enfadado conmigo no solo era alguien horrible y estúpido que ni siquiera podía controlarse, sino que también era un egoísta y no me había dado cuenta de la preocupación de la única amiga que me acompaña, me acerqué a ella para tratar de acariciarla pero mis manos estaban demasiado adoloridas como para moverlas, ella entendió eso se acerco y puso su cabeza contra ellas, me dolía un poco, pero también me alegro y provocó que se me salieran unas cuantas lágrimas mas, el ver que no estaba solo en este oscuro lugar, y que podía contar con alguien a pesar de todo, era lo que necesitaba justo en ese momento.

Como pude tome el botiquín de la mochila y vende mis manos, decidí que era mejor evitar ese tipo de situación, ya que si me quedaba sin nada para curar mis heridas, estaría en problemas si me lastimaba de nuevo.
Por suerte no me rompí ningún hueso pero la piel de mis nudillos y dedos estaba completamente destruida, no imaginaba como no había sentido eso mientras golpeaba el viejo concreto.

Me puse de pié y comencé a caminar en medio de la lluvia que parecía que jamas iba a césar, no intente buscar nada de ropa para cambiarme porque se mojaría de todos modos, aunque por eso podría haberme enfermado y en esa situación era lo ultimo que necesitaba, de todas maneras seguí adelante sin que nada me importara, solo caminando sin rumbo, y con una sola idea en mi mente.
"Si el resto del mundo esta así, no me queda de otra que sobrevivir, pero no solo yo"
Era lo único que me importaba ahora, ella, esa pequeña criatura era lo que me ayudaba a continuar, quería protegerla a toda costa, aunque ni siquiera podía protegerme a mi mismo.