Sin pensarlo

Por ti

-¿Por qué haces esto Damián?- le dije
-¿No entiendes nada acaso? Me estoy desmoronando para ti, me estoy matando para mantenerte con vida a ti, dime si eso no es suficiente, dime que más tengo que hacer para que te des cuenta, ¡Dímelo!- dijo tomándome de los brazos.
-¡Explícame todo esto! Damián no soy adivina, no puedo saber todo lo que ocurre, dime qué sucede, sólo explícame, por favor- le dije tratando de separarme de él.
- Mariam yo te amo desde muchísimo antes de que Mauricio llegara, desde antes de tu llegada aquí- dijo cayendo de rodillas sosteniendo mis muñecas entre sus fuertes manos. -Sólo éramos tú y yo, hasta que el apareció, luego todo cambio, después descubriste que...- Se quedó callado como si fuera a decir algo que no debería
-¿Pero qué Damián? Necesito que me digas- le dije
-Pero nada- dijo levantándose y manteniendo una mirada fría
-Tienes que decirme- le supliqué mientras le tome del brazo para impedir que se alejara
-Pero descubriste acerca lo que podías hacer, eres muchísimo más fuerte de lo que crees Mariam, eso te convirtió en una persona egoísta que sólo pensaba en si misma al igual que Mauricio, en ese aspecto son iguales- dijo empezando a caminar hacia el bosque que daba abajo.
Quedé en shock, ya no buscaba las palabras para preguntarle más, no podía creer que el poder me cegara y me convirtiera en lo que el dice.
-¡Damián! Espera- le dije
Damián se detiene pero igual y no voltea a verme
-¿Tanto daño te he hecho?- le pregunté con lágrimas entre los ojos.
- Oh nena, el daño te lo he hecho yo- dijo acercándose y extendiendo su mano.
Tome su mano, me sentía culpable de alguna manera, quizá no lo recordaba, pero si tenía en mente las palabras de aquella doctora en el laboratorio

"Es una persona buena con un pasado horrible"

Esas palabras pasaban una y otra vez por mi mente.
-Vamos, quiero enseñarte algo- me dijo mientras tomaba mi mano.
Llegamos a un campo, un campo con una pequeña granja en medio, estaba abandonada pero eso no le quitaba la belleza.
-Aquí veníamos cuando teníamos 10 años, hace tan solo 8 años ¿Increíble no?- dijo jalándome hacia la granja.
-¿Hace tanto tiempo- pregunté volteándolo a ver a los ojos
-Sí Mariam, éramos los chicos mas unidos que jamás había existido. Nos queríamos mutuamente, justamente a lado del corral de caballos, prometiste siempre quererme y quedarte a mí lado- Sólo esas palabras bastaron para que un recuerdo inunde mi mente.
(Inicio del recuerdo)
-Mariam, todos se han ido de mi lado ¿Prometes nunca irte también?- dijo un niño, por lógica pienso que es Damián.
-Claro Damián, siempre estaré para ti, jamás me separaré de tu lado.- escucho a mi voz decir -Pase lo que pase en nuestros caminos, jamás te cambiaría-
(Fin del recuerdo)
-Damián...- dije entre dientes, sin duda me sentía culpable, no tenía idea de qué había ocurrido para que Damián odiara tanto a Mauricio o si me odiaba igual a mí.
-Sin nada más que enseñarte, puedo regresarte con tu novio, apuesto que esta esperando por ti- dijo sonriendo y jalándome a su cuerpo de una manera muy fuerte para después brincar de árbol en árbol hasta llegar al campamento.
Ahí estaba el, recostado en un árbol, quizá inconsciente mi Mau, me había olvidado por completo de que se había quedado ahí con esos hombres.
-Mau, mau!- le dije tratando de hacerlo reaccionar. El despierta y enseguida toma mi rostro y lo pega al suyo
-Mariam, estás bien gracias a Dios, no sabía que hacer, no había podido moverme- me dice abrazándome.
-No te preocupes, estoy bien- le contesté
-¿Te dijo algo ese maldito? Cuando me recupere voy a matarlo- dijo enojado.
-Tranquilo, vayamos a descansar- le dije ayudándolo casi a caminar
Entramos a la casa de campaña y todos estaban dormidos, finalmente nos acurrucamos entre las sábanas.
-tenía miedo de perderte- susurra
-No lo harás nunca, quiero saber todo acerca Damián mañana- le dije a mau, sabiendo que no iba a reaccionar bien, pero al parecer no me escucho que cuando lo mire a ver estaba profundamente dormido.
-Ya será otro día, pero te lo preguntaré de igual manera- también susurre