" HEART " (Adaptación Camren)

Dia 370

Fría, la sala de espera era imposible de controlar. Lauren paseaba a través de ella como un león en el circo, corriendo sus costillas sobresalientes contra las barras de la jaula, hambrienta y asustada y tan muy fuera de sus elementos, bufando y soplando en esa falsa clase de bravata que era innata para su supervivencia.

"Hace frío aquí", Verónica tirito, cruzando sus brazos y acurrucándose contra la fría temperatura.

Lauren no indico que haya notado nada. En lugar de eso, ella apenas camina un poco más, acariciándose cada vez que ella pasa la puerta e intentaba ver los scrubs que venían abajo del pasillo con una actualización. Cuando se detuvo, se obligó a sentarse sólo para pararse de nuevo, seguida una vez más por la tranquilidad forzada, y de nuevo por el nervioso ritmo.

"No disfrutas de este lado de esas puertas dobles, ¿eh?" se burló Sofía, moviendo ansiosamente una revista que arrojó a un lado un segundo después, desinteresada en fingir mucho más.

"Ahora mismo le están poniendo un tubo de desviación, preparándole para quitarle el corazón".

"En serio, ¿cómo ustedes dos no se están congelando?"

"No tienes que quedarte. Va a ser una cirugía larga" dijo Lauren, ignorando las palabras de su amiga.

"Me quedo."

"Sé que va a estar bien."

"Lo estará" le prometió Sofía.

"Lo sé. Simplemente no me gusta esto."

"A nadie le gusta esperar", Verónica dijo.

"Estás congelándote" Lauren sacudió la cabeza, caminando una vez más, envolviéndose en la sudadera vieja de Camila. Cuando llegó tan lejos como la habitación lo permitía, hundió la nariz en su hombro e inhaló graciosamente.

Por un momento, en el ápice de su paso, se detuvo y cerró los ojos e intentó olvidar el olor de la soldadura de los pasos que ahora parecían seguirla mientras trataba de no imaginar la cirugía.

"Hey", Louis metió la cabeza rápidamente, y los habitantes se pusieron de pie y corrió hacia él. "Le hemos cambiado de tubo. Sólo quería hacer el chequeo y hacerles saber que todo va en rutina."

"Gracias", Sofía asintió con la cabeza y sonrió. Le lanzó a Lauren una fúnebre mirada antes de partir. La pelinegra frunció los labios y pasó la mano por su fría nariz.

La emoción de las noticias se sintió como ácido láctico, comiéndose los músculos. Era estándar y no proporcionaba ninguna visión real pero aun así, las pocas palabras eran suficientes para hacerla sentir como si su piel estuviera lista para caerse y sus músculos ardieran de adentro hacia afuera.

"Voy a llamar a mamá y darle una actualización" dijo Sofía, jugueteando con su teléfono.

Esperó hasta que Lauren se mostrase de acuerdo antes de excusarse a la humedad acogedora de la sala y finalmente afuera respirar. El aire en la sala de espera estaba duro y viejo, estancado y reciclado hasta un grado que casi se sentía como si se produjera.

"Hace mucho frío aquí" dijo Lauren .

"Puedo ir a traerte un poco de café o té. Quizás té. Ya no necesitas más café."

"Estoy bien," mintió ella.

"Sí, puedo ver eso", bromeó Verónica.

"Estas helada."

"Sí."

"Mis dedos se van a caer."

"Va a estar bien, ¿lo sabes?"

"Sí," Lauren mintió de nuevo, asintiendo y metiendo las manos en los bolsillos.

A su amiga, le parecía tan nuevo de repente a pesar de la forma en que el día colgaba de sus párpados, tirando de ellos con bolsas y miedo. Verónica se dio cuenta de lo invertida que ella misma se había convertido en la felicidad de sus amigos, en esta relación en general en este momento. Cuando Lauren asintió y apartó la mirada, mirando fijamente la pared con un desinterés fijo, se dio cuenta de lo profundo que estaba.

"Tú la amas, ¿verdad?"

"Sí" susurró esta vez.

"¿Cómo?"

"No estoy segura. Simplemente ocurrió."

"Has renunciado a tu trabajo por ella-"

"No,no lo hice," Lauren interrumpió, una vez más volviéndose protectora. Era invierno en esa sala de espera y ella no estaba preparada. "Ella me dio el valor de dejarlo. Una razón, tal vez. Sólo quería verme feliz."

"Aun así, eso es enorme."

"Lo fue, pero no fue eso. Fue..." finalmente encontró los ojos de su amiga. "Había mil pequeños momentos que se seguían sumando." Con un encogimiento de hombros ella inclinó su cabeza hacia atrás y sonrió. "Pasó lentamente. Un momento, como añadir centavo a centavo a tu alcancía, y lo siguiente que sabes es que tienes mucho."

"Y luego lo rompiste y te diste cuenta que habías ido demasiado lejos."

"Sí. Algo como eso."

"Ella va a estar bien," Verónica prometió de nuevo, no estando segura de por qué lo estaba haciendo. Ella no tenía pruebas, y no tenía ninguna seguridad de que las palabras no eran una mentira, pero todavía lo intentó porque quería que así sea y casi se lo hizo creer.

"Voy a empezar mi vida con ella," Lauren mencionó.

"Ustedes son tan asquerosas."

Por primera vez ese día, Lauren se rio. Sus ojos lagrimaron ligeramente porque estaba agotada y estaba helada, pero las limpio y sonrió con su amiga antes de sujetarle la mano y apoyar la cabeza en su hombro.