Capítulo 7. Bienvenido al Psiquiatrico de Yokohama

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― ¡¿Qué está hospitalizado?! – grito Akutagawa furioso ― ¿Qué paso? ¿Por qué está así? – grito molesto Akutagawa

― Se-señor Akutagawa, relájese. Me informaron que el joven Nakajima salto del segundo piso al lado de un joven llamado Osamu Dazai, después de golpear a una enfermera y a un medico

― Atsushi no haría eso, Atsushi no es así. Quiero verlo

― Puede. Tengo entendido que el otro paciente pidió lo mismo – dijo el abogado

...

El azabache llego al hospital del psiquiátrico, allí lo dejaron entrar a una habitación, a un lado estaba el otro chico con un vaso de plástico con café suspirando. Atsushi en una camilla esposado con una de sus manos, su compañero castaño estaba igual. Llenos de vendas e intravenosas. – Atsushi – le llamo el azabache y el albino volteo a verlo

― Ryu... lo lamento – dijo el albino

― Lo siento – dijo Chuuya ― todo fue idea de Osamu – menciono en una reverencia

― Solo hice lo que tenía que hacer – dijo Dazai con una sonrisa – solo... no podía dejar que ese imbécil siguiera lastimando a Atsushi-kun

― Ya te dije que pidas disculpas – dijo Chuuya ― Osamu... iban a dejarte salir el próximo mes, la enfermera presento cargos

― Entonces que investiguen – dijo el albino molesto con Chuuya ― Dazai-san hizo lo que hizo por defenderme

― ¿de qué te defendió? – pregunto el azabache

― Ah... e-eso...

― Atsushi-kun estaba siendo acosado – dijo el castaño ― iban a lastimarlo, el doctor y la enfermera que golpeamos deberían ser encarcelados en lugar de nosotros – se quejó el castaño

― Haré que mi abogado lo investigue – dijo Akutagawa

― Pondré a los mejores en el campo a trabajar en ello – dijo Chuuya

― Estarás bien – dijo el azabache acariciando las mejillas del albino

― Mejor pregúntale si está bien – dijo Dazai serio

― Osamu no te metas – se quejó Chuuya ― ¿fue tu idea lo de saltar?

― Si... - suspiro – no pensé en nada, solo... Quería salir – menciono comenzando a llorar ― lo lamento Chuuya, lo siento, en verdad quería salir, siempre te sonreí pero es cierto, es un infierno, un horroroso infierno. No quería preocuparte y luego no pude evitar llorar con Atsushi-kun y quisieron culparlo, Chuuya... Chuuya fue horrible – dijo llorando y Atsushi comenzó a llorar también. Chuuya abrazo al castaño

― Dazai-san, saldrá... sé que sí, saldrá el próximo mes, recupérese Dazai-san - dijo Atsushi con una ligera sonrisa

― Atsushi – le llamo el azabache ― también logré que salieras

― ¿E-en verdad? – pregunto el albino mirándolo

― Debemos resolver esté caso del doctor y la enfermera, eso alargará el plazo – menciono y beso su frente ― pero quédate tranquilo, después de eso saldrás...

Atsushi sonrió amplio ― Gracias Ryu – dijo llorando de felicidad ― eres el mejor, gracias, gracias

El azabache y el pelinaranja salieron una hora después, les habían dado calmantes a sus parejas, no tenían nada que hacer allí, no se conocían, aun así Chuuya miro al azabache ― ¿contrataras a un abogado? – pregunto

― Ya que estamos en esto juntos, sí. Les ayudaré, Dazai-san defendió a mi novio

― Gracias – dijo el pelinaranja ― pondré a los mejores agentes a averiguar sobre Shibusawa y Nanaoki

― Hagamos que salgan por fin – dijo el azabache

― Hagámoslo.

...

Un par de meses después, la sentencia fue finalizada. Shibusawa había muerto por los golpes y la enfermera había perdido el ojo. Aunque la juez decidió que fue en defensa propia, su brutalidad al hacerlo hizo que tomará la decisión de dejarlos en el psiquiátrico un tiempo más.

Fue un error pensar que eran libres. Su condena se había hecho mayor, su sistema nervioso había fallado, las visitas ya no eran lo mismo, la sonrisa de la persona que amaban no era la misma, ellos también habían caído en la desesperación. No podían hacer más nada. No querían verles más así.

La esquizofrenia había llegado como una grandiosa amiga, así como los nuevos y fuertes medicamentos. Comenzaron a ver fantasmas, aquellos de las personas que amaban, sonreían como verdaderos dementes al verlos, los espíritus también aparecen, aquellos de los que no mataron pero pagaron la condena por ellos, ¿entonces que hacen? Obviamente comienzan a ser agresivos. Aquellos espíritus quieren hacerles daño a sus novios. Los llevan a confinamiento solitario una y otra vez. Solo se reúnen entre ellos, sus visitas también. La preocupación aumenta, su estancia aumenta. Es un circulo visiono, un limbo del que no encuentran salida. Su peor decisión, su mayor error.

Ahora eres parte del psiquiátrico de Yokohama

...

― Miushi, tu historia llega a ser triste - se quejó el de la derecha

― Lo sé Dazai-san, pero a veces en los psiquiátricos hay momentos felices

― ¿Cómo cuál? – pregunto el de la izquierda

― Verás Atsushi-kun... - sonrió la chica ― por lo menos, estamos los tres juntos aquí

― Cierto

― Estoy de acuerdo

― Se acercan las cuatro de la tarde

― Chuuya va a llegar

― Ryu también

― Vayan a arreglarse – dijo sonriente

― Le daré pudin a Ryu – dijo el albino para salir corriendo

― Y yo una rosa a Chuuya - dijo el castaño para ir al jardín

La chica les miro con envidia, sonrio ligeramente al verlos prepararse para la llegada de sus respectivas parejas

― Han pasado cinco años... y ellos dos siempre vuelven – suspiro ― me alegra que por lo menos, no se hayan quedado solos...

― Miushi, es hora de tus medicamentos – dijo una enfermera

― Pero quiero ver a los novios llegar, tengo tiempo sin verlos

― Los verás cuando tomes tus medicamentos

― Nanami-chan, ¿prometes traerme cuando ellos lleguen? – pregunto Miushi ― No tarda, ¿verdad? 

― Claro, te traeré cuando lleguen – dijo la enfermera con nostalgia

Atsushi y Dazai estaban sentados, enfrente una rosa y un pudin, sonreían y reían. Pues según ellos, seguían allí, cada día a las cuatro de la tarde, hablaban con una rosa y un pudin, pues aquellos malos espíritus habían acabado con sus parejas hace mucho tiempo...

Fin. 

Gracias por leer está el final.

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