TRECE || Shin Soukoku - OMEGAVERSE

5.

Capítulo 5. Una familia recuperando su amado hogar

Llevaban una semana con aquel trato, 3 y 4 días. Primero en casa de Atsushi, luego Akutagawa. Los niños estaban confundidos, y la agencia también. – entendemos que el manejar con Akutagawa es duro, pero no dejes que los niños salgan influenciados – decía Dazai

― No hará nada malo por ellos – suspiro el albino – simplemente yo no soy quien lo soporta

― Atsushi-kun, llegas a ser duro – menciono Dazai

Continúo el tiempo, los niños cada vez iban enojándose más, por más que intentaban Atsushi y Akutagawa no se juntaban, el albino siempre lo evitaba y el mafioso estaba molesto como para verlo. Nadie iba a ganar nada.

Habían pasado dos meses así. Atsushi estaba en la agencia, rellenando los informes, cuando su celular sonó, era de la escuela, informándole a Atsushi que los gemelos seguían en la escuela esperándolo, el albino estaba sorprendido, era el día de Akutagawa. Salió corriendo a la escuela, topándose con la maestra

― Maestra Naname – le llamo el albino

― Señor Nakajima ¿no viene hoy su pareja por los niños?

― Ah sí, pero los niños

― Ellos se fueron con él

― ¿eh?

Atsushi se molestó ¿Qué clases de broma le estaban jugando? Tomo su celular y llamo al mafioso, no tardó mucho en contestar, aunque a decir verdad le sorprendió pero el hecho de los niños le quitaba todo desinterés del albino hacia el azabache.

¨*

― Jinko

― Akutagawa ¿Por qué viniste tarde por los niños? – se quejo

― ¿ah? Yo no tengo a los niños

― ¿Qué?

― Ellos dijeron desde la semana pasada que tenías planes y que no pasará por ellos

― ¿Qué?

― ¿estas sordo o muy estúpido?

― ¡Akutagawa yo no tengo ningún plan! – grito molesto y reacciono – espera... si no tienes a mis hijos... y yo no los tengo ¿do-dónde están?

¨*

Atsushi estaba corriendo por la ciudad, estaba cansado, seguía sin encontrar a los niños, toda la agencia estaba buscando a los niños, y Rampo solo decía no saber su paradero. La mafia no se había quedado atrás, lagarto negro y muchos hombres de negro estaban por toda la ciudad, Akutagawa estaba por todos los rincones buscándoles

La lluvia había comenzado, Atsushi había caído en un charco, estaba cansado de tanto correr, estaba agotado, estaba desesperado, y claro, el destino tenía que atraer a la calamidad mayor – Jinko

― A-Akutagawa

― Estás hecho un desastre

El albino se levantó y tallo un poco su ropa, aunque estaba toda llena de lodo, suspiro y miro al mafioso - ¿los encontraron de tu lado?

― Nadie del bajo mundo los tomo

Atsushi trago saliva para eliminar aquellas intensas ganas de llorar, Akutagawa lo sabía, el albino estaba sufriendo mucho pero muy dentro de él se negaba a moverse, era ese momento crucial cuando ángel y el diablo se asoman a los costados, uno simplemente decía abandónalo y el otro reconfórtalo.