TRECE || Shin Soukoku - OMEGAVERSE

Extra.

Extra. Una desición 

Dazai estaba regresando de la casa de Akutagawa, cansado, Atsushi le había hecho ir por media Yokohama para conseguir unas pastillas, el azabache había fornicado sin condón y eso había hecho al albino volverse loco. Esa misma noche, Dazai regresaba a su hogar cansado, cuando una mano larga pero pequeña le tomo del saco y lo arrastro hasta un callejón sin salida, Dazai lo miro por abajo – bastardo, te necesito – Dazai trago saliva

― Chuuya ~ - canto burlón - ¿Qué te trae por aquí?

― Te seguí todo el día

― ¿en serio?

― Ese estúpido imbécil me llamo

― ¿Ango?

― Si, el estúpido – bajo la mirada – dijo que... tiene algo de Oda para mí y yo...

― Claro, te acompaño

Dazai y Chuuya habían llegado a un edificio abandonado, allí entre la oscuridad salió Ango ajustando sus lentes – Naka

― Ni siquiera me hables estúpido traidor, mata amigos hijo de puta mal parido, excéntrico alimaña maldita rata de dos patas alimaña montañosa cerdo decapitado cabeza de borrego jabalí en

― Chuuya relájate – pidió Dazai serio

― He guardado un secreto

― ¿Cuándo no maldito?

― Chuuya

― Hace 4 años... Oda me pidió ayuda en algo – trago saliva – que si algo le pasaba... debía dártelo

― Y esperaste 4 años hijo de

― Es importante y delicado – suspiro Ango – Oda... congelo su semen para inseminar y

Chuuya y Dazai lo miraron sorprendido - ¿qu-qu-que estás diciendo? – pregunto Dazai

La congelación solo dura 5 años... - suspiro – no puedo callarlo más pero... si lo haces ahora...

― ¡lo haré! – miro a Dazai – quiero hacerlo

― ¿Por qué lo ocultaste todo este tiempo? – pregunto Dazai molesto – ahora será difícil aunque Chuuya lo haga, el producto ya tiene mucho tiempo, podría ser nulo ¿Por qué darle está falsa esperanza? ¿Por qué haces esto Ango? – pregunto Dazai. Chuuya lo comprendo, bajo la mirada y se refugió en Dazai

― Creí que todo sería un error, creí que sería mejor callar... pero estos últimos años la idea a carcomido mi cabeza

― No puedes con la culpa – dijo Dazai molesto y miro a Chuuya – dámelos

― Se los daré a Nakahara-san si es lo que quiere, no a ti

― Dámelos, nosotros lo haremos, y tu sal de nuestras vidas

...

Entonces allí estaban en casa de Chuuya con un cilindro de contener enorme frente a ellos, sacaba humo por lo congelado que estaba, y Dazai solo suspiro – Chuuya, esto es peligroso

― Lo sé... yo solo... - bajo su cabeza – nosotros queríamos formar una familia...

― ¿Qué harás si lo tienes? ¿podrás con las misiones?

― Podría... podría desaparecer

― No puedes, no tienes a nadie

― Pero te tengo a ti – dijo Chuuya tomando la mano del castaño – lo prometiste...