Octubre

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Pasaba un momento deprimente.

Mi corazón se encontraba roto por la explosión de emociones, que al huir me dejaron vacía.

No sentía nada, estaba por suicidarme.

Solo tuve dos cosas a mi disposición, unas maldiciones vestidas de ángeles.

Porque creía ser ayudada, pero solo me aislaban.

La música y los libros.

Mi lectura se basaba en historias que me retorcían, llenas de fantasías, de glorias que no viviría.

Hasta que encontré a un escritor.

Es decir, dos escritores, pero su libro fue el que me hizo conocerlos.

Y comencé a sentir, de nuevo.

Un escritor ElocuenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora