No te deprimas, por favor.
Debo sonar muy hipócrita porque yo lo hago, y casi todo el tiempo.
Y cuando lo escribo públicamente, me regalas ánimos.
Eres tan genial.
Eres un ángel.
Y yo también quiero darte ánimos.
No puedo obligarte a sentir o hacer algo.
Pero puedo decirte lo que siento.
Y es muchísimo cariño para que te sientas mejor.
Tómalooooooooooooo.
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Un escritor Elocuente
Short StoryPara la persona más bonita y atenta, la que no deja de llamar mi atención, apodada como Akemi, la chica de la voz dulce.