Cuando actualizabas algo me emocionaba, lo leía e interpretaba lo más rápido que podía.
Porque tal vez luego no tendría tiempo.
Y me alegraba.
Porque eran pocas esas veces, y de esas pocas, era feliz.
Fuiste, y eres, de esos regalos que algo o alguien me dio, de esos que sé que no debo ni quiero perder.
Porque de los millones y millones de personas, te encontré a ti.
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Un escritor Elocuente
Historia CortaPara la persona más bonita y atenta, la que no deja de llamar mi atención, apodada como Akemi, la chica de la voz dulce.