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•~|14/Una Flor|~•

Capítulo 14
Una flor

Agosto 21 de 2018
MARTES

Las flores siempre han sido un detalle galante y caballeroso que un hombre le dedica a una hermosa damisela.

"Una flor para otra flor" suele decirse. Algunos quizá puedan usar ese piropo solamente como eso mientras que otros lo usan a consciencia. Porque si, si lo piensas bien puedes usarlo a consciencia y con un lindo trasfondo de por medio.

Una flor es delicada, hermosa y única en su clase, colorida y vivaz y siempre tiene esa fragancia que atrae a una persona a dedicarle una mirada, igual que una mujer. Porque así es como un hombre enamorado debe ver a una mujer, no con ojos lujuriosos o como un objeto bonito que lucir.

El regalar flores a una mujer puede ser un detalle más pero hecho de la manera correcta puede simbolizar que tú como hombre ves todas sus cualidades reflejadas en una bella flor que te recuerda a ella.

Y así el hombre aprende dos importantes lecciones: la primera siendo el hecho de que a las mujeres se les trata con delicadeza y sutileza igual que uno trata a una flor bella y la segunda siendo la flor preferida de su mujer.

La flor favorita de Peggy siempre han sido las gardenias, lo aprendí a la mala pero lo aprendí a fin de cuentas. Ahora me pregunto cuál será la flor favorita de Nat.

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18 de Febrero de 2018

—Día 22, sigue sin llamarla, repito: sigue sin llamarla.

Levantó la vista del pequeño pedazo de papel que tenía en sus manos y dirigió su mirada hacia su mejor amiga parada debajo del marco de la puerta de su habitación y sosteniendo su teléfono como si fuera un walkie-talkie.

Darcy le dirigió una sonrisa burlona y luego apuntó con la mirada hacia el pedazo de papel que Steve sostenía con delicadeza, un boleto de cine, para ser más precisos, cuyas letras que marcaban la hora de la función y la película se iban borrando ya por El Paso de los días pero aquel número al reverso seguía intacto...y era aquello lo que le importaba o eso creía.

—Creí que mi vida amorosa ya no te importaba.-dijo el rubio mientras arqueaba una ceja

Darcy entrecerró los ojos y lo señalo con el dedo mientras fruncía los labios.

—Golpe bajo, Rogers.

El rubio rodó los ojos y soltó un suspiro, bajo la mirada nuevamente y leyó el nombre de la misteriosa chica por lo que parecía ser la milésima vez.

"Rebeca"

Su número, tentándolo a llamarla desde que lo vio por primera vez aquella tarde en el cine, se situaba solo unos centímetros encima de su nombre...contó los dígitos, como asegurándose de que aquel era un número verdadero, y contempló a teléfono celular reposando en su mesita de noche. Aquello ya se había vuelto rutina, Darcy lo notaba aún cuando el rubio no lo hacía y comenzaba a desesperarla.

Pero cupido había colgado el arco y la flecha y se había puesto una falda encima de aquellos pañales icónicos para ser solo una mejor amiga normal que no se metía en los asuntos amorosos de su mejor amigo. No más grandes empujones ni planes enamorados para juntar a una torpe pareja que no podía confesarse sus sentimientos frente a frente por x o y. No más grandes empujones, punto.