1

40 7 2
                                    

Nota: Esta historia esta en edición.


Había pasado un día desde que encontraron a Kate en la bañera, no quería asistir a clases por lo sucedido, así que me tome el viernes y mi mamá lo entendió. 

En todo el día no hacia mas que recordar a Kate en cada cosa que veía. últimamente ya no éramos tan cercanas,  pero siempre habíamos sido amigas, solo pequeñas discusiones y que a veces con el tiempo las personas cambian.

Aun así ella me llamo ese día y no pude contestar, tal vez quería pedir ayuda, quería ser escuchada y nadie estaba ahí.

lo siento tanto kate...

Estaba recostada en la  cama de mi habitación, esta era grande y abarcaba casi toda la habitación. Me levante y mire la hora, un cuarto para las ocho. Empecé a recorrer cada foto que estaba pegada en la pared de mi habitación, la luz de una farola fuera de la calle entraba a través de la ventana iluminando la foto que tenia con Kate en nuestra graduación de primaria. Que buenos recuerdos, cuando solo éramos unas pequeñas y nos preocupábamos porque no nos alcanzaba el tiempo para jugar a todo lo que queríamos.

—¡¡Elizabeth ven a cenar, es pollo rostizado!! — baje las escaleras medio dormida y me senté en el comedor al lado de mi madre, observe con tristeza como era ausente la alegría de mi padre cuando mi mamá cocinaba el pollo rostizado especialmente para él. Mi padre había muerto de un infarto cuando tenia nueve años, ya llevaba ocho años de muerto pero igualmente se sentía su ausencia en la casa. 

Reciente a su muerte sentía su espíritu vagar en los pasillos de la casa, mi madre decidió ofrecer una misa en la casa por el descanso de su alma, desde entonces no se volvió a sentir su presencia en la casa.

—Lamento mucho la muerte de Kate, fue impredecible, se veía tan bien, sin problemas— suspiro—Pobre su madre debe estar devastada, debería ir a visitarla mañana y ofrecerle el grupo apoyo al que asistí  —  la observe e intente abrir la boca pero la cerré.  

Mi madre acudió a un grupo para superar la muerte de un ser querido cuando mi padre murió, pero en realidad yo no quería olvidarle, lo quería tan cerca como pudiera, así que yo no había asistido.

— Creo que no tengo hambre mamá.

— Pero si no has comido nada Lizzy, no quiero que te levantes a media noche por comida en el refrigerador, no creas que no me doy cuenta.

—Esta vez no me levantare a comer, lo único que quiero es ir a dormir y no tener que estar presente en una realidad donde todos pueden morir. —Me levante y me fui rápido a mi habitación, lo que menos quería era una discusión con mi madre.

Me cepille los dientes y me aliste para dormir, me sentía tan triste que decidí llamar a Adam, mi mejor amigo, el que había estado para mi estos últimos años.

Cuando fui a llamarlo, note que mi teléfono estaba descargado y olvide conectarlo, así que me resigne y acepte que tal vez tendría que pensar en Kate por lo que restaba de la noche.

--

Sin darme cuenta me estaba acercando a una puerta roja, una voz en mi cabeza me daba ordenes "abre la puerta".

Intente abrir la puerta pero estaba cerrada con llave.

"toma las llaves que tienes en el cuello y abre la puerta". 

Me pase las manos al rededor del cuello y con el tacto logre percibir unas llaves amarradas a este, "abre la puerta", repetía la voz en mi cabeza con más fuerza.

Logre escuchar sonidos en el interior de la puerta y decidí apartarme lentamente hacia atrás.

— ¡ABRE LA PUERTA!— Sentí que el grito había hecho que mis oídos sangraran, corrí lo mas rápido que pude sin voltear ni un segundo hacia atrás.

--

Desperté con el corazón acelerado, la luz entraba directa a mi cara. Estaba temblando y la ventana de mi habitación estaba abierta, dejando que se colara todo el frio de afuera.

El reloj marcaba las 8:00, mi madre ya se había ido a trabajar, ella trabajaba en el hospital haciendo turnos muy largos casi todos los días de la semana.

Baje a desayunar y encontré una nota junto a una caja llena de cosas en la mesa de la sala.

La mare de Kate vino esta mañana y dejo esta caja, dijo que seria bueno si te quedas con algunas cosas de ella.

Me pareció un poco triste que me las diera tan pronto, apenas había muerto antier, y hoy mas tarde seri su funeral.

los forenses determinaron que se trataba de un suicidio, aunque no dejo ninguna nota, ella ya venia presentando problemas y veía cada mes a una psicóloga para tratarla.

Su madre dijo que se veían mejorías, por eso jamás pensó que Kate haría algo así, ella solo había salido a hacer las compras y cuando llego se encontró a Kate en la bañera, ahogada.

Era un suicidio particular, no es común que alguien se ahogue en la bañera simplemente, pero no se encontraron indicios de que alguien mas lo hubiera hecho, además se veía que ella lo había planeado debido a que la bañera era un poco mas profunda que las normales.


Mire la caja, tenia una muñeca con la que siempre jugábamos de niñas, había un juego de cartas y algunas fotos de las dos. Al fono había un pequeño cuaderno, me causo curiosidad, tenia una tapa dura y cubierta de cuero, ¿De donde habrá sacado esto Kate?

Al abrirlo estaba vacío, salvo por una pagina que decía 

Este diario pertenece a Katherine Jones, no lo toques, no lo espíes y mucho menos le tomes foto.

De seguro olvido escribir en el, ella solía dejar las cosas empezadas, me reí y recordé todas las veces que olvidaba algo y yo tenia que recordarle. La extrañaba tanto.

Desayune y me arregle para ir a su funeral. Adam quedo de pasar por mi y llevarme en su nuevo carro que le dieron de cumpleaños, y la verdad era un insoportable presumiendo su carro.

Mamá dijo que le diera las condolencias a la señora Olivia de su parte, ya que estaría trabajando.

Decidí cortar unas flores del jardín y levarlas, sé que Kate ya no las vería, pero ella siempre las admiraba cuando venia a mi casa, decía que eran las mas bonitas que había visto en toda su vida, de seguro era porque las cuidábamos bien.

Ding Dong!

Adam había llegado, tome las flores y salí de casa.

— ¿Cómo estas? vi que me llamaste ayer, pero estaba un poco ocupado, lo siento.

— Estoy bien, solo quería asegurarme de que si me recogerías hoy.

— ¿Cuándo te he quedado mal? yo te llevo a donde quieras, esta preciosura aguanta cualquier lugar.

Enserio era irritable con su carro — Ya vamos, quiero llegar a dejar estas flores.

.........


El funeral había sido muy tranquilo, estaba la familia de Kate e incluso vino su padre que hace años se había ido a las afueras del país. Kate de seguro no estaba molesta, después de todo vino solo y no con su nueva familia, ella siempre se sintió traicionada por su padre por abandonarlas, aun así ella era de buen corazón.

 No sé como se sentiría su padre, pero si yo me sentía culpable, tal vez el se sentía peor.

— Lizzy

— ¿Si?

— ¿Él no es el ex novio de Kate? — Señalando hacia la entrada, estaba Dexter Brown, el exnovio de Kate, no era yo quien debía juzgar a las personas, pero definitivamente él nunca fue buena persona con Kate, la hizo sufrir demasiado, era tan toxica su relación que cuando se separaron e sintió una agradable sensación en mi a pesar de que Kate estaba destruida.

— No se que hace aquí, de seguro por su culpa iba al psicólogo y había decaído su animo los últimos meses. 

— Adam, no deberías decir eso, de seguro le hizo daño, pero puede venir a su funeral si quiere — Aunque en el fondo yo pensaba lo mismo.

— Como sea, no me gusta compartir lugar con él, se siente una vibra muy pesada — Frunciendo el ceño me tomo de la mano y me indico de ir a sentarnos en unas bancas dentro de el cementerio.

ImpredecibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora