Impredecible

3

Después de una larga investigación Adam dio con un foro de internet en donde decían que este símbolo era de hechicera y tenia una especie de candado para proteger algo.

Lo malo es que para poder romperlo era complicado, por eso mismo nos recomendaron a una bruja "La Gran Gema", que vivía a cuatro horas de donde vivíamos, por lo que seria difícil ir hasta allí.

— Puede ser que en este pueblo exista una bruja que sepa sobre estos signos.

— Tal vez es una señal para que no busquemos más — Adam se paro frente a mi y note su preocupación — Todo esto es extraño Lizzy, me gusta lo paranormal — tiro una risa apagada — pero solo en las películas.

— Adam es que tengo el presentimiento de que Kate no se suicido de la nada, se que hay algo mas.

— Liz, la policía puede ocuparse de eso si quieres, pero enserio te digo que es mejor mantenernos fuera de esto.

— ¡¡Chicos llego la pizza!! — grito la mama de Adam. Habíamos pedido la pizza hace dos horas y se tardaron demasiado en llegar.

— Vamos, tengo hambre, podrás pensarlo luego.

Seguí a Adam hasta la cocina, donde su madre estaba repartiendo las rebanadas. Tal vez debería hacerle caso a Adam, pero cuando vi ese símbolo algo en mi despertó, un impulso por descubrir la verdad, la verdad que se ocultaba en la muerte de Kate.

Kate jamás hubiera pensado eso, a no ser que hubiera algo mas, algo que no podíamos manejar fácilmente porque no era de este mundo.

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Me costaba respirar, algo me estaba asfixiando.

Alce las manos y note que una especie de cuerda me estaba ahorcando, con esfuerzo logre quitarme la cuerda, al mirarla descubrí que tenia unas llaves atadas a ella.

Tire las llaves al suelo y salí corriendo de mi habitación, recorrí el oscuro pasillo de la planta de arriba de mi casa y baje las escaleras con apuro, casi resbalo y ruedo en ellas, pero alcance a sostenerme de la baranda.

sentí como si mi garganta se estuviera quemando y me pase las manos para sobarla un poco, al ver mis manos llenas de sangre me mire al espejo, estaba sangrando demasiado.

Todo se torno oscuro y apareció Kate.

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— ¿Lizzy?— Adam me estaba llamando, parecía que estaba soñando otra vez. — ¿Qué sucede? — lo mire confundida, aun estaba oscuro y e escuchaba la lluvia caer sobre el tejado.

— Lo siento, es que me asustaste, no respondías y tenias los ojos abiertos. No me dijiste que dormías despierta, eso definitivamente da miedo.

— Claro que no duermo despierta, no se de que hablas — recordé el sueño y me toque el cuello para asegurarme de estar bien — Solo estaba soñando, algo un poco feo, pero es porque tu me empezaste a asustar con ver a Kate en tus sueños.

Adam se sentó en el borde de la cama y respiro profundo — Lo siento, es difícil creerme, yo tampoco lo haría, pero no tengo buenos presentimientos sobre esto, aun así te apoyare en lo que hagas y te protegeré si puedo.

— Gracias Ad — le decía así cada vez que se comportaba como mi protector, como si fuera una princesa indefensa y necesitara a alguien — yo me mantendré a salvo, para que no te rompas una uña tratando de salvarme. 

— No es gracioso , estaba hablando seriamente — frunció su ceño y se metió bajo las cobijas — ¿Puedo dormir en la cama contigo? 

— No, me caes mal y la verdad me gusta usar tu cama y que tengas que dormir en el piso. 

— Eres una mala persona Elizabeth

— Ya sabes, soy una bruja malvada que te hechizo.. 

— Ven aquí rápido, o me arrepiento — el se rio y dijo — Es mi cama, te puedo sacar cuando quiera, tu deberías temerme a mi.

— Entonces sobre el asunto de dormir despierta...

— No sabia que lo hacia, nadie me observa cuando duermo, puede ser porque estaba teniendo una pesadilla.

— ¿Qué pesadilla?

— No recuerdo, solo se que Kate apareció, pero tu me despertaste.

— Entiendo, es solo que no podía dormir y cando te vi me asuste.

.......

Ya casi se estaba acabando el día, había disfrutado la tarde con Adam, habíamos estado en el parque paseando perros de los vecinos, luego comimos dulces y helado como dos niños adictos al azúcar, para volver a casa y tener que alistarnos para ir a la escuela al siguiente día.

Hace tiempo no iba a la escuela por la muerte de Kate, mi madre me había hecho la excusa por una semana, me había adelantado por Adam, pero era tiempo de volver.

No sabia como debía sentirme. En realidad Kate no era tan cercana a los demás en la escuela, siempre éramos ella y yo, hasta que empezó a salir con Dexter, aun así, solo hablaba con él, y jamás la vi socializar con mas grupos de personas.

Dexter le había arruinado la vida, le quitó todo lo que tenía y la uso a su antojo, ella era tan amable y bondadosa que no se daba cuenta de lo mala persona que él era, muchas veces la engañaba y ella seguía quedándose con él.

La mayoría había ido a su funeral porque la escuela emitió un comunicado para apoyar a su familia, pero la verdad es que ninguno de ellos, ni siquiera Adam la conocía realmente.

Adam decía soñar con Kate, pero yo que era su mejor amiga, no soñaba con ella, me costaba creer que prefiriera presentarse a Adam en sueño y no a mi, pero supongo que al final no era ella, solo era la cabeza de Adam imaginándola en sueños.

Recordaba aquel día que nos conocimos por primera vez...

Teníamos cinco años, yo estaba en el parque jugando sola, pero luego apareció ella y me pregunto si podía jugar conmigo, l inicio no tenia fe de que entendiera mi complejo juego inventado a los cinco, sin embargo, ella lo termino volviendo divertido. 

La basura de juego no se comparaba en nada a lo que habíamos creado las dos, desde allí acordamos encontrarnos todas las tardes en el parque para jugar, y poco a poco nos volvimos cercanas, fuimos a la misma escuela, y nuestras madres se hicieron amigas.

El tiempo ahora se llevaba todos esos recuerdos y cada día estaban más lejos de mi, cada día Kate estaba más lejos de mi.

Creo que estaba decidida  buscar la verdad de porque Kate decidió abandonarnos, sabía que esto no era normal.

No seria fácil convencer a Adam, pero de todas formas podría hacerlo sin él.

— ¿Por qué estas llorando?

— No es nada, solo pensaba en volver mañana a la escuela y que ya no estará mas allí.

— Ven aquí — Adam me abrazo tan fuerte y se sintió tan confortable, que agradecí de que lo tuviera a él al menos, si solo me hubiera quedado con Kate, estaría tan sola ahora mismo.