Capitulo V.

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Saben que es lo irónico de las cosas, las personas siempre lo mencionan cuando algo les sucede ya sea bueno o malo.
Es un ciclo, suceden cosas cuando uno no se las espera, y otras veces cuando más las esperas no ocurren. Irónico.

Después de unas semanas mi local se hizo medianamente popular, no es que sea la gran cosa, y que este en palabra de todo el mundo. Pero es bueno el hecho de ya tener regulares, quienes te recomiendan y poco a poco se va llenando el lugar. A pesar de ser un café, también sirvo unos que otros platillos simples para acompañarlo.
Como todo trabajo esto es agotador, pero lo bueno de las cosas es, que si te gusta no importa que tan agotador sea, igual uno es feliz.

No está tan lejos de mi hogar, es perfecto. Es como en mi sueño, no todo esta pintado de color de rosa, y no es como si viviera en una mansión. Pero, estoy bien.

Hablando de vivir en la gran gloria, lo mejor de vivir en ese departamento es que no tengo que poner mi alarma, ese lindo bebé llora fiel ante sus horas. Pobre chico, me pregunto si algún día lo veré sin ojeras o tan agotado. Me sigue en duda el hecho de que le paso a su esposa, o de donde es ese bebé.

—¿Puede darme por favor un caffe latte?— Dijo de repente una chica frente a mi, estaba pensando tanto en ese misterio que olvide por momentos que estaba trabajando. Cielos, que bueno que yo soy mi jefe, si no. Creo que no duraría mucho aquí.

—En seguida, disculpe por favor.

Ella sonrió, ruborisandose levemente. Asintió, para proceder a sentarse en uno de los bancos enfrente de la barra.

Adoro mi trabajo, varios tienen sueños de pequeños como el ser astronautas, cantantes, bomberos, o cualquier otra cosa. En influencia de mi padre, yo soñaba con dirigir un pequeño local, en una pequeña parte de la ciudad, preparando café.

Elegir suavemente y con delicadeza el grano de café perfecto, prepar lo y darle su tiempo, el calentar su leche y verter ambos al mismo tiempo en cantidades medidas por la experiencia. Es algo tan simple y al mismo tiempo tan complicado; que es relajante para mi. Su olor, su textura... es sublime. Es raro, pero son opiniones de cada persona sobre lo que hace.

Posteriormente procedi a entregárselo, donde puedo ver la parte que más me gusta de todo esto, ver como forman una cálida sonrisa de gusto. Que aunque sea por un segundo, son felices por cosas tan simples.

Volviendo a mi hogar, tranquilamente después de un buen día, que no, buen día no significa que no hubieron problemas o complicaciones. Esos hay en todos los días y en todos lados. Lo primero que escucho al subir las escaleras son gritos de él vecino, hacia Dipper.

Los gritos de llanto del bebé no paraban, eran demasiado fuertes. El chico se veía devastado como si en tan solo en un mal movimiento cayera al suelo, tan abrumado, tan cansado, tan solitario, vulnerable, con temor y triste  —L-lo siento...— Murmuró al bajar la cabeza

El vecino gruñó— ¡Siempre es un maldito "lo siento"! ¡Un maldito "lo lalento"! ¡SI NO PODÍAS CON UN BEBÉ PARA QUE TE AVIENTAS TANTA MALDITA RESPONSABILIDAD! ¡¿Crees qué eres el único perjudicado? ¿Crees qué con solo agachar la cabeza y lagrimear solucionas todo?!. Día, tarde, noche. Día tras día, semana tras semana; desde que llegaste aquí con ese mocoso es lo mismo, hiciste que los del departamento de a lado se mudaran por los llantos horribles de ese niño. Te lo diré de nuevo. Yo no pienso irme, pero estoy comenzando a hartar me, de esto. —Dijo serio — Última llamada Pines. Calla a ese niño, o busca otro lugar. — Amenazo para después dar la espalda y entrar a su departamento bruscamente.

Quedo congelado, se veía tan vulnerable y el bebé comenzó a gritar nuevamente; solo volteó a verme, donde pude notar que  tenía tantas ganas de llorar, suspiro y entro a su departamento.

Dios, que...abrumador. Tal vez lo que tiene el niño es que se siente solo, y él se siente tan así por ello mismo. Si la madre murió, él bebé extraña su calidez, su aroma e inclusive el verla. Muchos piensan, que los bebés no reconocen a las personas y que solo están ahí viendo y analizando. Por lo tanto, cuando alguien falta. Piensan que no lo sienten.

Pero eso es un error, tal vez no entiendan lo que significa la palabra irse, muerte, o inclusive falta. Pero si saben el que algo les hace falta o que ya no está. Reconocen el aroma de su madre, su voz, la calidez de su cuerpo y el simple hecho de su presencia. Es como un juguete al que le tienen mucho apego, puedes quitárselo cuando duerman, pero al  despertar y ver que de un momento a otro este ya no está, los buscan.

En la posición de él, debe de ser hasta más frustrante, el hecho de que si saben que significan esas palabras y que si sepan que ocurrió y el porqué ya no pueden volver. Que ya no lo volverán a sentir, oler, tocar, mirar y hablar; y no solo eso, si no el hecho de que tienes a alguien más por el que seguir, pero sientes que no puedes. Sientes que estás fallando, ya no solo es el hecho de desvelarse por el bebé, si no el hecho de que ahora solo eres tú y el bebé, sin nadie más de apoyo, sin nadie más con quien desvelarse, sin nadie que te diga que todo estará bien, con quien reír, con la persona que formaste un hogar y que de un momento a otro eso ya se perdió.
Con personas al rededor, que lo único que hacen es presionarte, gritar te y hacerte sentir más miserable, es un peso enorme.

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⏰ Última actualización: Jun 17, 2019 ⏰

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¡¿Un bebé?! [Billdip]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora