9. Presencia siniestra

27 7 1
                                    

P S I Q U E

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

P S I Q U E

Me quedé sentada en un bordo de la cama con una cobija cubriendo mi cuerpo y en mano derecha sosteniendo el collar que me regaló mi padre. Afuera no se escuchaban ruidos y eso me hacía poner tensa,solo éramos yo y mi agitada respiración.

Las luces habían comenzado a fallar,parecía que en cualquier momento los focos se iban a fundir. El frío era insoportable,sentí que llegaba hasta lo más profundo de mi ser,me estremeci.

Me levanté temerosa y fui a la pequeña cocina para prepararme té. Puse a calentar el agua en una pequeña tetera y me apoyé contra la pared,¿por qué tenía que sucederme todo esto a mí?

Mientras el agua hervia no podía pensar en nada que no fuera Balton y Drago. Era casi imposible que yo tuviera más familiares por parte de papá,no podía digerirlo bien y más aún sabiendo que Drago me espía.

— Alma.—Una voz infantil cerca de mí me hizo reaccionar de inmediato.

Me giré para ver el rostro preocupado de John.

—¡Mierda!—Me tuve el pecho.—Casi me da un infarto.

—Lo siento,no era mi intención.—Se disculpó acercándose más a mí.— Eros me mandó para cuidarte.

¿Ahora él idiota se preocupaba por mí? Enviarme un espíritu de un niño muerto no ayudaba mucho.

—¿Que es lo que sucede afuera?—Tenía que quitarme esa duda de encima.—Eros dijo algo de una profecía.

Apagué la estufa y me hice mi té de manzanilla. La presencia de John había dejado de asustarme,después de todo un espíritu no podía hacerme daño.

— Supongo que Eros ya te lo dijo.—Dijo siguiendome hasta mi cama.— Se acerca una época oscura para todos.

—¿Lo dices por Balton?—Le di un sorbo a la bebida quemandome la lengua.—Maldición.

— Me gustaría decir que te equivocas,pero no.—Suspiró,cualquiera que lo viera pensaría que está vivo.— Balton ha estado raptando gente para iniciar su reino.

No me imaginaba como era el tal Balton.

—¿Y que hay de su hijo?

John iba a contestar a mi pregunta pero una expresión sombría pasó por su cara mientras miraba la puerta del cuarto. Casi como un rayo se acercó a ella y se quedó petrificado ahí.

—Oye...—Murmure

—Shh,no hagas ruido.—Pidió susurrando mientras pegaba su oreja a la puerta.— Han cruzado.—Se veía sorprendido.

Apreté el pocillo en mis manos mientras escuchaba pasos muy fuertes en el pasillo,parecía una marcha. John seguía a la espera de que algo ocurriera,estaba atento a todo.

Cuando por fin me sentí un poco relajada,un estruendoso grito en la calle me congeló la sangre. Era el grito de una mujer,aquel sonido parecía no querer parar en mi cabeza.

PsiqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora