Bajo la misma estrella: El dolor de las Estrellas

Okay? Okay.

Desperté acostada en una especie pradera repleta de tulipanes blancos, ya no tenía mi tanque de oxígeno y sentía que podía respirar, era extraño. Levanté la vista y vi que era un enorme campo repleto de distintas flores con distintos colores, amarillas, naranjas y rojas, a unos metros había un árbol y debajo de el un banco de madera.

Allí estaba sentado un chico. Augustus Waters yacía allí con la misma ropa con la que nos conocimos y su cigarrillo en la boca pero noté que este era nuevo, eran uno de los que les había dejado en la tumba en el funeral.

Me paré, tenía un hermoso vestido blanco, el que iba a usar cuando muriera, y estaba descalza. Me encantaba la sensación de sentirme tan libre, no tenia los tubos de oxígeno, no tomaba ninguna pastilla ni nada, ahora era libre y respiraba y vivía a la perfección.

"¿Hazel Grace?", preguntó Augustus. Vi como una sonrisa de medio lado aparecía en su rostro.

"¿Augustus Waters?", pregunté sin creerlo todavía. Estaba muy feliz de verlo, hacía una eternidad que no lo veía.

Corrí hacia él y nos abrazamos por un rato que fueron años, olía su perfume como lo hice esa vez que buscaba la carta en su cuarto. Pero esta vez era diferente, lo olía de él y no de algo suyo.

A la noche, decidimos quedarnos recostados en el césped y le pregunté mientras jugaba con su cabello:

"Okay?"

Y el me respondió:

"Okay."