Bajo la misma estrella: El dolor de las Estrellas

Estoy orgullosa de mis elecciones...

Luego de unos meses Isaac murió, estaba llorando como cuando tú te fuiste, ya no tenía a nadie además de mis padres y a mi amiga Kaitlyn que jamas veía.

Luego de unas semanas, empeoraba más rápido. Me pusieron de urgencia en el hospital, me quedé  unos meses allí cuando me dijeron que dentro de poco el cáncer acabaría conmigo.

Esa misma noche, en el hospital, mamá estaba dormida profundamente. Así que me coloque mi tanque de oxígeno y saqué del cajón el sobre de tu carta a Van Houten y fui al patio. Estaba repleto de césped y flores blancas como las de tu tumba en el cementerio y veía las estrellas brillando en el enorme cielo. ¡No sabría decirte que hermosas eran! ¡Aquellos destellos eran indescriptibles!

Sin embargo, no me detuve a observar el cielo sino que comencé a leer la carta, recordaba cada momento que habíamos pasado. Cuando nos conocimos; Cuando me llevaste de picnic; Cuando nos habíamos subido al avión para ir a Amsterdam y te tomé la mano fuerte; La casa de Ana Frank; Aquella noche en Ámsterdam; El prefuneral con Isaac; El funeral; Los cigarrillos que te dejé sobre la tumba; A Van Houten y, por último, la carta. 

"No puedes elegir si van a hacerte daño en este mundo, pero si decides quien te lo hace. Me gustan mis elecciones espero que a ella les gusten las suyas"

Las lágrimas caían por mis mejillas al llegar a la última parte del mensaje. Me quité los tubos de oxígeno, ya no me quedaba nada por vivir luego de tu gran perdida, Augustus Waters.

Comencé a pensar en todo lo que había pasado y como cambió todo cuando tú llegaste a mi vida. Es cierto que la llegada de una sola persona a tu vida puede cambiarte por completo, ¿no lo crees cariño?.

Aunque tu fueras la granada, me gustaron mis elecciones, Gus. Sin embargo, aunque odie la idea, ahora me convertiré en una para todos los que quedarán aquí. Pero se que podrán continuar sin mí. Solo soy una adolescente con cáncer más.

Te veré pronto,

Hazel Grace.