A solas

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Emilio

Que tan difícil es estar enamorado siendo Emilio Osorio?

Mucho, sobre todo cuando se supone tienes novia y estás babeando por un solecito con el que grabas y tienes que besarte con él y luego ir a un obra con él y besarlo de nuevo.

Algunas veces odiaba mi vida.

Joaco estaba en mi camerino, yo sentado en un sillón y él descalzo con sus piernas sobre las mías, el contacto no debía de afectarlo mucho, porque estaba tranquilamente viendo su celular, yo intentaba controlarme de acariciarle la pierna o tocarlo, sobre todo con él moviendo sus piernitas al son de una canción que ni idea cuál era.

-Chale -dijo -Están bien mal los del fandom con el beso.

-Si... Neta el Emiliaco los tiene mal.

Ambos reímos.

Joaco siguió revisando su celular.

-Y aún sigue todo lo de la obra... Además, tenemos que ir a la fiesta para celebrar el fin de la novela. Tu papá la va a ofrecer, no?

-Eh... Si, no te preocupes.

Ok, en realidad la fiesta había sido idea mía, María aún no volvía a México, y tal vez podría estar un rato a solas con mi Joaquín.

-Hasta que hora? Mamá no me va a dejar quedarme sino le digo antes.

-No lo sé, hasta que más autoridades nos detengan, supongo.

Reímos.

Se sentó derecho a mi lado, pensé que iba a poner su cabeza contra mi hombro, pero simplemente se quedó viendo su celular. Le puse el brazo sobre los hombros, como suelo hacer, y nos quedamos ahí un rato, hablando de estupideces y de la vida, puede que no fuera mucho, pero era suficiente para sentirme feliz un rato.

Tras terminar unas cosas, mi papá y yo fuimos a su casa. Intenté que Joaco fuera, pero él tenía un compromiso y no sé qué, me controle de intentar rogarle que fuera conmigo, porque sobretodo me humillaria, tanto frente a él como mi papá, y no creía soportar que me dijera que no.

A solas en mi cuarto, me quedé viendo el techo, intenté no pensar en él, lo que era difícil, sobre todo cuando tenía una foto de ambos, tras la escena de la playa, oculta bajo mi almohada.

Me quedé mirándola un rato, me pregunte que me diría si le dijera lo que sentía. ¿Me correspondería? ¿O me rechazaría, de la misma forma que Aris rechazo a Temo, con el mismo argumento?

-Hijo -dijo mi papá golpeando la puerta -Ya me voy, no destruyas la casa mientras no estoy.

-Okay.

Vale, va a venir, solo diviértete, que es lo peor que puede pasar?

Que estemos con el pedo y nos besemos, o peor, que me rechacé, o peor aún, que si nos besemos y María se entere.

Me contuve de golpearme, aunque estaba por hacerlo para dejar de pensar en ello.

Preparé el ponche, decore la sala de estar con ayuda de Textos y mi otro amigo Diego. Compramos alcohol (bueno, negociamos por así decirlo, porque aún no tengo edad legal para comprar algo) y lo pusimos en la nevera.

Pusimos musica con el estéreo gigante, luego fui a cambiarme para la fiesta.

Qué tan difícil es intentar vestirte para impresionar para alguien, pero no lo suficientemente bien para que sepa que no lo haces a propósito?

Respuesta: MUY difícil.

Me vestí demasiado elegante, luego demasiado informal, luego nada combinaba, y luego... Bueno, captas la idea.

Mi alma gemela (Emiliaco)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora