#1

1.1K 53 9
                                    

La puerta emite un chirrido en cuanto la abro, y es que tengo tres años sin vivir en este lugar. Avanzó para pasar del pequeño umbral, y me recibe el sofá cubierto con una sabana, la cama aun lado con el colchón pelado, la cocina, un closet y la puerta del baño cerrada. De no ser por eso, el lugar estaría completamente vacío.

Dejó mis maletas en el sofá, y me tiró en la cama para pensar por décima vez el por qué estaba de regreso en esa pequeña ciudad llamada Konoha. A sí, una de mis amigas se iba a casar; en realidad, era la única que me quedaba del pequeño circulo social que alguna vez tuve en ese lugar.

Y no quería decepcionarla en su día tan especial. Porque había sido la única que me dio el beneficio de la duda cuando aquel suceso ocurrió. Un suceso que ni yo misma aun ni puedo explicar, porque aunque trato y trato, no puedo recordar nunca el como termine ahí y en tal situación embarazosa y desvergonzada.

Saco mi teléfono del bolsillo de mi pantalón y busco en galería cierta foto que aunque he tratado de borrar nunca he podido hacerlo. Sonrío al verla. No cuando mostraba lo feliz que eramos en aquel tiempo.

Dejo el teléfono aun lado y giro en la cama y paso mi mano por el colchón, mis mejillas se sonrojan cuando recuerdo las cosas que hacíamos ahí. Él había sido mi primera vez en todo; en lo que a tener un novio se refiere.

Él, quien aun era especial para mí, el chico porque aun suspiraba, él único que he podido amar.

Con quien nunca podría regresar.

Siempre me duele recordar tan fría mirada esa mañana, cargada de una inmensa decepción que aun me hace temblar.

Me siento en la cama y me obligó a dejar de lado cosas tristes mientras desempaco. Aunque ahora que caigo en cuanto, debería limpiar un poco primero. Tomo mi cartera y salgó a comprar cosas de limpieza, y así aprovecho y llenó la despensa.

Voy sin me auto, había un super a dos cuadras de ahí. Al llegar compro todo lo necesario y de regreso es que prestó atención a algunos cambios en las tiendas y calles. Sonrío un poco, la verdad, había extrañado ese lugar.

Konoha podía ser un lugar cálido y hogareño si prestabas más atención.

Parpadeo al ver a cierta chica fuera del pequeño edificio, apresuró mi paso con una sonrisa y ella al darse cuenta de mi sonríe igualmente.

— Pensé no podrías venir hoy — le doy un abrazo sin esperar y ella me corresponde enseguida.

— Termine antes de lo improvisto con la elección del banquete para la boda — nos separamos y la invitó a pasar enseguida. Me disculpo con que aun no había limpiado al apenas llegar, y ella le resta importancia sentando en el sofá que aun por cierto no le quitaba la polvorienta sabana.

— La verdad, estas aun más divina y hermosa en persona Chocho, tus fotos en redes sociales no hacen justicia — la alagó.

Es realmente una chica de quien siempre había admiraba su fuerte voluntad y alta autoestima, nunca se dejaba doblegar por nadie cuando en el pasado se metían con su ancha contextura. La verdad, siempre había sido una chica rellenita muy preciosa.

— Ni que decir de ti chica, esta muy grrr — dice y yo solo río.

Ofrezco algo de café y ella acepta.

— Aunque Sumire, no entiendo, se que tienes para pagarte un apartamento mucho, pero mucho más amplío que este ¿por que disidiste aun así volver a quedarte aquí?

— Sabes que en este lugar vivo desde niña, es especial para mí — vuelvo a mirarlo de reojo y sonrío con nostalgia, para luego volver a prepara la cafetera — . Y luego de la boda, sabes me marcharé, así que menos veo la necesidad de pagar uno nuevo.

Regresar [Boruto x Sumire]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora