capitulo 4

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Hoy es el día del postre, me tocaba a mí hacerlo así que me esforcé en hacer un suculento flan. Los hijos de Gunther se habían encariñado conmigo y estaban emocionados sobre lo que prepararía para esta noche. Cuando estaban probando el flan, que para ellos era algo extraño y nuevo, tocan la puerta, yo voy a abrir y en la puerta estaba una mujer muy hermosa, su cabello era gris y sus ojos eran de color morado, y me empezó a hablar  

-¿stedurb onocecrb una umanahrb?- me dijo con mucha firmeza la hermosa mujer. Yo no le entendí y vino Gunther para ver qué pasaba y al ver a la mujer, me dio la orden de entrar a la casa. 

Al entrar los niños levantan sus pulgares en símbolo de gracias por haberles cocinado el delicioso postre. Pero de repente oigo discutir a Gunther y la hermosa mujer, así que les hago una seña de “vayan a allá mientras yo vuelvo”. Me asomo por la puerta pero un fuerte sonido de ligeras campanas hace que los niños se hagan detrás de mí, pasmados del miedo 

-stanrb orerb enirerb erdugverbs- me susurraban casi llorando. Entonces Gunther venia corriendo con la señora hermosa y nos escabullimos por la puerta trasera. 

Gunter metió a sus hijos en una especie de burbuja y los despidió con un tierno beso en cada una de sus frentes, la burbuja se elevo y se fue lejos. Gunther y la señora hermosa encontraron un bote y nos fuimos ahí. El viaje se demoraba mucho y mi cabeza pensaba en porque huimos de ahí, pero me quede dormida durante el largo viaje 

 ***

Una noche pesada para el sr Fox; la princesa de Ireferb apareció y los verdugos de Ockrerb los buscaban. 

Cuando lograron tomar un bote para poder irse de Airerb Sr. Fox tenía muchas preguntas para la recién aparecida princesa. La cual se dirigía a él en tono no muy agradable y solo dijo que se encargaría de ella y luego se alejara rápidamente, pero el intentaba explicarle que lo encargaron a él para cuidar de la humana, aun así no deserto en su opinión. 

Sr. Fox, remó con sus fuerzas para llegar Piritserb, el cual estaba muy lejos. Y mientras remaba, vio como la gentil princesa acariciaba a la chica dormida y se presentó con ella. 

-hola pequeña, soy la princesa de Ireferb, Pahlom. Te veía en sueños, yo sé que eres una humana, pero veo algo en ti que me dice que tu puedes acabar con la tiranía del rey de Ockrerb- le decía mientras acariciaba su cabello con ternura.  

Una gran aventura en un lugar extrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora